Romantizar mi vida siempre se me ha dado peor de lo que me hubiera gustado. A veces me cuesta disfrutar el momento y ser consciente de lo que tengo ante mí, por eso quizás la nostalgia me pesa en el pecho y cuando pasa el tiempo hay instantes que quiero retener de forma exagerada y la vida en Binibeca, un precioso pueblo de Menorca que no esperaba encontrar, es uno de ellos.
Binibeca, un rincón de Menorca que siempre merece la pena
Después de un primer semestre del año cuesta arriba, sin saber yo lo que me esperaba en el siguiente, en junio de 2023 llegó una semana bastante especial: la de unas vacaciones que esperaba como agua de mayo a Menorca, una escapada que llevaba planeando desde octubre, ya que además fue un regalo que hice.
No obstante, el tiempo quiso meter el dedo en la llaga del estrés y la ansiedad y durante esos cinco días de viaje la lluvia hizo acto de presencia uno de ellos, por lo que tuvimos que improvisar un plan diferente a lo que estaba en la agenda, lo que nos llevó a descubrir Binibeca, un pueblo de pescadores de los años 60 que me robó el corazón, y que incluimos en nuestra lista de los más bonitos de España, en cuyas callejuelas quise quedarme a vivir aunque solo fuera un ratito.
La localidad se encuentra tan solo a ocho kilómetros de Mahón, la isla se recorre de forma sencilla en coche, y merece muchísimo la pena hacer la inversión de tiempo en visitarla, así que puede ser una gran combinación conocer la capital de la isla y parar aquí en la misma jornada.
Aunque puedes disfrutar de un baño en la playa de Binibeca o en la Cala de Torrent, mi recomendación es que aquí aproveches para pasear de forma tranquila y pausada por las calles de casas encaladas que recuerdan a Mykonos, como sucede en este pueblo de Málaga, y que nada tienen que envidiar a las de la isla griega. Además, aquí a pesar de que hay turismo no está tan masificado, por supuesto.
Quizás lo que más me gustó de esta visita fue lo inesperado de la misma, porque consiguió que un día gris, literal y metafóricamente hablando, fuera un poco más brillante.
Una visita a Mahón para terminar la jornada
La proximidad de Mahón con Binibeca hace que la combinación de ambos lugares sea ideal para un día de excursión. Mi recomendación es que vayas durante la mañana al pueblo pesquero y que pases la tarde en la capital de la isla balear.
Aprovecha para dar un paseo por el centro histórico de la pequeña ciudad y admira el puerto desde alguno de los miradores.
Para mí el broche de oro fue tomar unos cócteles precisamente frente a la zona de las embarcaciones mientras jugaba a adivinar a qué se dedicaban los dueños de semejantes yates mientras yo me sentía rica con mi piña colada sin alcohol frente a mí.
Fotos | Zaloa Etxaniz vía Flickr y Javi García-Heras J. vía Flickr
En Trendencias | Los 24 mejores libros de 2024, recomendaciones y novedades que enganchan este año