Un paraje de colinas repleto de restos de historia es como podría describirse Almazán, una de las preciosas villas medievales que esconde Soria. Con unos 6000 habitantes, una impresionante muralla que data del siglo XII y una Plaza Mayor típica castellana que destaca sobre cualquier otra por sus vistas privilegiadas. Aunque los atractivos no faltan en este lugar, ni arquitectónicos ni naturales.
La Plaza Mayor con las mejores vistas de España
Plazas mayores hay muchas en España, pero la Plaza Mayor de Almazán no solo tiene carácter monumental gracias a las extraordinarias construcciones que la rodean, es que su ubicación en lo alto de una atalaya y al borde del río Duero le confiere un valor paisajístico privilegiado.
Además, en los últimos años, una escalera se ha añadido para conectar la Plaza Mayor con la Ronda del Duero, que discurre junto al río. También con acceso desde la Plaza Mayor se encuentra el mirador del Postigo de San Miguel, con estructura volada en madera y acero y unas bonitas vista al característico paisaje en tonos verde y ocre del río. Aunque, por la ciudad hay repartidos otros tantos a los que también merece la pena acercarse.
Una muralla que da nombre a la villa
No obstante, si hay algo que es inherente a la historia de Almazán es su recinto amurallado, al que hace referencia su propio nombre. Y es que la traducción del topónimo árabe “al-ma-zan” significa "el fortificado".
Los trozos de muralla que nos han llegado hasta la actualidad, entre callejuelas y plazuelas, sobreviviendo entre construcciones posteriores, datan de finales del siglo XII, siguiendo la topografía del lugar.
Sin salir de la Plaza Mayor podemos admirar la Puerta de la Villa, protegida por dos torres semicilíndricas y sobre la que se edificó en 1.886 una torre para alojar el reloj público que sigue dando la hora al pueblo.
Entre el Palacio y el templo de San Miguel se encuentra el postigo del mismo nombre, que es un vano abierto en el muro mediante arcos de medio punto y bóveda de medio cañón, ofreciendo otra bonita postal de la ciudad.
Otros atractivos de Almazán
Los amantes de la arquitectura religiosa pueden encontrar en Almazán numerosas joyas como la iglesia de San Miguel, un edificio románico del siglo XII que fue declarado Monumento Nacional en 1931 por su originalidad artística. También, la ermita de Jesús, una construcción barroca de principios de siglo XVII o el convento de Santa clara, con fachada del siglo XVII.
Tampoco puede uno irse sin una visita al Palacio de los Hurtado de Mendoza, un palacio señorial erigido por la familia Hurtado de Mendoza en los siglos XV y XVI. Aunque lo que indudablemente no puede no robar tu corazón es el espacio natural, paisajístico y monumental del parque del Cinto.
El Cinto es el mejor mirador de la villa, se encuentra en el punto más alto de Almazán, recorriéndolo se pueden contemplar restos de muralla, las tres cruces que formaban parte de un antiguo vía crucis.
Fotos | Ayuntamiento de Almazán
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