Son muchas las ciudades atravesadas por un río que encuentran la belleza en sus aguas. Lyon en Francia, Florencia en Italia o sin salir de nuestras fronteras Sevilla, cuyo Guadalquivir separa Triana del centro.
Pues hay pueblos escondidos, como el pueblo del que te hablamos hoy que está a dos horas de Barcelona, que son aún más bonitos y que también descansan a orillas de un río. En el interior de Cataluña, en la provincia de Tarragona, nos encontramos con Miravet, un pequeño pueblo medieval ubicado en un meandro del río Ebro que parece haberse parado en el tiempo.
Miravet, el pueblo más bonito de Tarragona
No lo decimos nosotras. Lo dice Google, o más bien las búsquedas de Google porque Miravet es el pueblo más buscado de la provincia de Tarragona. El embarcadero de Miravet es uno de los lugares más bonitos de la zona y nos permite tener una panorámica de la ciudad que parece salida de una postal.
Su casco antiguo con el Molino Viejo, el Portal del Motxi o el Palacio del Comendador, es un encanto, pero merece la pena detenerse más tiempo en la Iglesia Vieja situada en el centro del pueblo. Un templo renacentista construido entre el siglo XVI y XVII por la Orden del Hospital sobre el espacio en el que se podía ubicar la antigua mezquita de la población musulmana.
Después de su abandono y durante su reconstrucción, fue redecorada con pinturas barrocas en el siglo XVIII hechas por autores locales y en su interior destaca su forma de cruz, la cúpula decorada con esgrafiados y el altar, una mesa de piedra hecha por los templarios en el siglo XII y que era el original del castillo, hasta que fue bajada a la iglesia en 1750.
El castillo de Miravet y sus alrededores
Precisamente del castillo de Miravet es de lo que vamos a hablarte ahora porque, situado en lo alto de la cumbre y con el pueblo a sus pies, es visita obligada. Una fortaleza templaria del siglo XII pero con origen árabe, que sigue el estilo defensivo de los castillos de Tierra Santa, con unas majestuosas murallas que se alzan sobre el río Ebro.
Como bonus: Miravet es el lugar idóneo para el turismo activo, tanto en el Ebro con deportes como el piragüismo o kayak como en la montaña donde podremos practicar escalada y senderismo con rutas de diferente dificultad.
Por ejemplo, podemos hacer la sencilla ruta circular de las "Trincheras de la Covalta", de solo 3,5 kilómetros y una duración de 1h 30min que comienza en el casco histórico . Atravesando senderos de montaña nos encontraremos los restos de unas trincheras de la Batalla del Ebro, antiguos campos de cultivo y llegaremos al punto más alto de la Covalta y sus acantilados.
Fotos | iStock (Vicenfoto, Meynuit, Nobilior, luzimag y Gerold Grotelueschen)
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