En el otoño y el invierno es mucho más probable que al hacer una escapada nos encontremos con la lluvia como compañera de viaje. Para visitar algunas playas (como estas), puede ser hasta lo mejor que podría pasarnos, pero si vamos a patearnos una ciudad, tal vez se nos estropee la magia. A no ser que tengamos planes a prueba de agua.
Oporto es uno de esos destinos perfectos para una escapada en cualquier época del año. Está cerca, a una hora de vuelo (con precio low cost) y unas 5 horas y media si vamos en coche desde Madrid, su gastronomía es maravillosa, tiene mucha oferta cultural y es una ciudad de Portugal preciosa con mucho que descubrir.
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Y no pienses que pierde belleza con la lluvia. Es uno de esos lugares a los que el sol sienta bien y que un día nublado o con lluvia no desmerece. Aún así, te proponemos algunos planes en Oporto que no se arruinarán ni aunque sea el día más lluvioso del año.
Callejear por el barrio de la Ribera
El barrio de la Ribera, en la ribera del Duero, es una preciosidad de callejas medievales con casas de colores y un aire histórico que gana puntos con lluvia. Es Patrimonio Mundial de la Unesco y el agua sobre su fachada provoca que los colores se saturen más y nos ofrezcan un paseo único, casi mágico. No te agobies con la lluvia, basta con que te hagas con un chubasquero como este (que además es bonito), y listo.
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Una cata de vinos de la DO Porto
Haga un día lluvioso o no, este plan tiene que estar entre tus preferencias al visitar Oporto sí o sí. Hacerte una escapada a cualquiera de las bodegas del Duero y cruzar hasta Vila nova de Gaia, es una excelente idea. Caves Cálem, que tiene espectáculo de fado con visita y cata de vinos, la famosa Bodega Sandeman o la espectacular Graham’s, que tiene unas vistas espectaculares de Oporto y un fantástico restaurante, son solo algunas de las opciones en la ciudad.
Visitar el Palacio da Bolsa
Este edificio neoclásico se construyó sobre las ruinas de un convento de los franciscanos en 1842, pero no fue hasta medio siglo más tarde cuando se inauguró, en el año 1891. Tiene mucha historia (te recomendamos la audioguía o la visita guiada), pero lo mejor está dentro.
La Sala Dorada, cubierta con pan de oro; la Sala de las Asambleas Generales, cubierta con madera; y la espectacular Sala Árabe de estilo morisco (inspirada en la Alhambra), son motivo más que suficiente para dedicarle una visita a su interior.
El mercado gourmet de Vila nova de Gaia
Este mercado gourmet a orillas del Duero, está tan cerca de Oporto (a 10 minutos en coche) que merece la pena la visita, especialmente si es un día de lluvia y queremos refugiarnos y disfrutar de un plan gastronómico. Tiene una oferta amplísima que va desde platos tradicionales portugueses hasta hamburguesas, dulces y sushi.
Los azulejos de la estación central de Sao Bento
Oporto es famosa, entre otras cosas, por sus preciosos azulejos. En días de lluvia no lucen tanto, pero podemos disfrutarlos igual en la estación central de ferrocarril São Bento, cuyo edificio es tan bonito por fuera como por dentro.
Es una de las estaciones más llamativas de todo Portugal, y un lugar de visita obligada. En su hall se esconden más de 20.000 azulejos en los que se retrata la historia del país.
Pasar la mañana en la librería Lello
Además de en la maravillosa Edimburgo, J. K. Rowling se inspiró en Portugal para escribir la saga de Harry Potter, y esta librería en un edificio de estilo neogótico construido en 1906 es un ejemplo de ello. Detalles antiguos, miles de libros, una vidriera que deja pasar el sol y una preciosa escalera de madera en el centro hacen de esta librería un lugar para quedarse.
Un paseo en un tranvía antiguo
Tal vez la lluvia sea la excusa que necesitamos para poner en marcha un plan genial para conocer la ciudad de manera diferente. Podemos usar cualquiera de las tres líneas disponibles (la línea 1, la 18 o la 22) y disfrutar de las vistas cómodamente y refugiados de la lluvia.
Una panorámica de Oporto refugiados de la lluvia
La Iglesia de los Clérigos, construida entre 1735 y 1748, tiene un estilo barroco impresionante y está coronada por la Torre de los Clérigos, uno de los monumentos más emblemáticos de Oporto.
Tiene 76 metros de altura y más de 240 escalones que nos transportarán a una de las mejores vistas panorámicas de Oporto. No te recomendamos subir, eso sí, si hay mucha niebla o si llueve de forma tormentosa. Harías todo el ejercicio físico para subir sin que las vistas te merecieran luego la pena.
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Fotos | iStock, Oporto.net, Wendell Adriel y Bruno Martins en Unsplash
