La ciudad de Londres está llena de lugares míticos, personajes famosos y episodios históricos que marcaron un antes y un después. Pero, ¿sabías que también es tierra de inventores? Seguramente llenos del espíritu de la revolución industrial, han sido muchos los pioneros que se lanzaron a innovar con cosas fabulosas, y muchas de ellas se inventaron en Londres.
Piensa en las cosas más cotidianas de tu día a día, objetos que usas sin darte cuenta pero que echarías mucho de menos si desaparecieran de la noche a la mañana. Muchas mentes creativas y visionarias han pasado por la capital británica dejando su huella de forma determinante en nuestras vidas, ¿cuántos de estos inventos conocías?
El ping pong
Seguro que has jugado más de una vez al ping pong o tenis de mesa, organizando torneos entre amigos las tardes de verano. Parece un juego tonto pero es mucho más difícil de lo que parece, como demuestran las espectaculares partidas profesionales que se ven en los Juegos Olímpicos. A los ingleses siempre les han gustado los deportes peculiares, por eso no nos extraña que el ping pong también se creara en Londres.
Como no podía ser menos, sus orígenes se remontan a esos juegos para pasar el rato que practicaban las clases altas victorianas a finales del siglo XIX. Se fue popularizando hasta que las primeras reglas oficiales se pusieron por escrito en el pub londinense Freemason Arms, y en 1901 el empresario J. Jaques & Son Ltd registró oficialmente el nombre de ping pong. En 1926 ya había una federación británica y ese año se celebró en Londres el primer campeonato mundial.
El semáforo
Tan útil como odiado por muchos conductores impacientes al volante, también el semáforo vio la luz en las calles de Londres. ¿Te imaginas cómo sería circular sin ellos? El tráfico de las grandes ciudades era un auténtico caos en el que se mezclaban carromatos, carros de caballos y los primeros automóviles, hasta que llegaron las luces de este imprescindible invento.
Fue el 10 de diciembre de 1868 cuando comenzó a funcionar el primer semáforo, obra de J.P. Knight, colocado en el exterior del Parlamento Británico de Westminster. Estaba inspirado en el sistema de luces del ferrocarril y tenía luces rojas y verdes de gas que funcionaban por la noche. Por desgracia sufrió una explosión no mucho más tarde debido a su rudimentario funcionamiento, pero nadie dijo que los comienzos fueran fáciles.
El boxeo moderno
A los hombres les ha gustado pegarse por pura diversión desde hace cientos de años, y también pagar para ver cómo otros se pegan. Pero las bases del boxeo moderno se crearon en Londres, quizá porque el gentleman inglés necesita ciertas normas y clase también para darse puñetazos. Hasta entonces las luchas eran un caos total, sin reglas, sin árbitro y sin límites de ningún tipo.
Jack Broughton fue un londinense de buena constitución física que comenzó a luchar y a ganarse una buena fama con sus puños. Abrió su propio local y se dice que nunca perdió un combate, pero le preocupaba el número de muertes que se producían en los encuentros. En 1743 publicó sus Broughton's rules, consideradas la piedra fundacional del boxeo moderno, buscando proteger la vida de los boxeadores.
La televisión
Considerado para muchos el invento del siglo XX, la televisión dio sus primeros pasos en Londres. Ya se estaban llevando a cabo diferentes investigaciones y pruebas para la emisión de imágenes en una pantalla, pero fue John Logie Baird quien consiguió realizar una transmisión de imágenes con éxito en 1925, en el Selfridge's Department Store de Londres. Años más tarde, logró los primeros ensayos en color.
Las primeras televisiones eran muy toscas y rudimentarias, con patas, cajas enormes y pantallas minúsculas, y la calidad y definición de imagen brillaba por su ausencia. Pero los londinenses y todos los británicos quedaron fascinados por el nuevo invento. La BBC empezó a emitir de forma irregular en 1927, y el boom definitivo de televisores en los hogares vendría de la mano de la boda de Isabel II.
El metro
¿Qué sería de Londres sin the Tube? ¿Cuántas veces al día subes a uno de sus vagones? Sería difícil imaginarse una city sin su tren subterráneo, que tanto ha mejorado la vida de sus habitantes facilitando el transporte entre sus calles. Aunque no siempre funcione todo lo bien que nos gustaría, hay que admitir que es un invento fundamental, y de hecho surgió en Londres.
Fue en 1863 cuando se inauguró la primera línea de tren subterráneo del mundo, el primer underground. Por entonces la red se llamaba Metropolitan Railway o MetR y unía Paddington con Farringdon Street. Pocos años después se fue ampliando paulatinamente, se creó la Inner Circle – hoy Circle Line- y pronto se convirtió en uno de los sistemas de transporte públicos más usados e imitados por las grandes ciudades del mundo.
El cajero automático
Cuántas veces nos han sacado de un apuro y qué poco valoramos la utilidad de los cajeros automáticos. Parece que siempre han estado ahí, pero lo cierto es que son un invento relativamente muy joven. Hasta 1967 no se instaló el primero, concretamente el 27 de junio en una sucursal de Barclays en el norte de la capital, en Enfield.
El invento se lo debemos a John Sheperd-Barron, quien, como nos ha pasado a todos, se encontró una noche con la cartera vacía y sin ningún banco abierto para poder sacar dinero. Inspirándose en las máquinas expendedoras de chocolatinas, diseñó el primer modelo de cajero que pronto se extendió por todos los bancos de la ciudad.
La minifalda
Se dice que la primavera no llega hasta que las minifaldas no toman las calles, aunque en Londres son muchas las valientes que se atreven a lucirlas todo el año. Prenda imprescindible de la moda urbana y de las últimas tendencias, hay que agradecer su invención a los londinenses. Se convirtió en todo un fenómeno de moda asociado a la cultura de la juventud emergente y algo rebelde que surgió a partir de la década de 1960.
Varios modistos se disputan su invención real, aunque todo apunta a que fue Mary Quant, que regentaba una tienda de ropa en el barrio de Chelsea, quien lazó la definitiva miniskirt en 1964. Su musa fue una bailarina que practicaba en sus clases de ballet con una falda plisada muy corta, y el mítico coche Mini se convirtió en la otra pata de su inspiración. Había nacido un hito de la moda.
El scotch egg
A pesar de que su nombre pueda llevar a engaño, el scotch egg es también un invento londinense. Esta peculiar invención culinaria, considerado plato típico de picnics y comidas al aire libre, es obra de los grandes almacenes Fortnum & Mason. En 1738 hicieron pública su última idea para atraer clientes, el snack definitivo para los londinenses.
Un scotch egg consiste en un huevo duro envuelto en carne de salchicha, con forma redondeada, que se reboza en pan rallado y se fríe en aceite. Una bomba nutricional muy popular cuyo nombre proviene del tipo de carne utilizada para su elaboración. ¿Ya los has probado?
La primera revista
La imprenta supuso toda una revolución, pero nadie se podía imaginar lo que daría de sí el mundo de la prensa con la llegada de las revistas modernas. El visionario que ideó y puso en marcha la que se considera la primera revista de la historia fue el inglés Edward Cave, quien lanzó el primer número de su 'Gentleman’s Magazine' en 1731, y se hizo rico con ella.
Cave fue todo un visionario que supo adelantarse a los tiempos. Después de dar rumbos por distintos trabajos, acabó en el mundo editorial y pensó que sería buena idea crear una publicación que recogiera los temas que interesaban al hombre de la época, como educación, política, economía y literatura. Fue todo un éxito y pronto otros editores comenzaron a imitar su modelo.
Está claro que Londres no es sólo una ciudad que siga las últimas tendencias, también las crea y ha marcado nuestra historia de forma determinante con muchos inventos revolucionarios. Quién sabe lo que nos depara el futuro con lo que las mentes creativas de la city puedan sorprendernos en los próximos años.
Imágenes | Pixabay, Daniel Schwen en Wikipedia, Larry D Moore en Wikipedia
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