Los zapatos para acudir a una boda son tan importantes como el propio vestido. A la hora de ir a comprarlos tienes que tener en cuenta dos factores fundamentales: ya tienes que tener el modelito en cuestión (dos piezas, vestido, pantalón) y siempre opta por un diseño de un mínimo de ocho centímetros
Personalmente soy partidaria de arriesgar y olvidar los clásicos salones forrados con la misma tela del vestido. Simplemente me parecen aburridos. Otra cosa es optar por un diseño moderno, peep-toe en el mismo tono. Hay que atreverse con un modelo diferente, que conviertan al vestido en una pieza realmente sofisticada.
El maestro zapatero Christian Louboutin ha marcado un antes y un después con sus atrevidos y a la vez sofisticados zapatos. Nos ha enseñado que no hace falta “ir a juego” para ir guapa, y las diferentes firmas de calzado han tomado nota.
Zapatos negros
En tu armario no pueden faltar unos zapatos negros de fiesta. Es lo que se llama must have, básico imprescindible, fondo de armario. Combinan con cualquier look y color. Vestido corto, vestido largo, pantalón…la plataforma y el tacón altísimo son dos claves de estilo esenciales.
Si luces vestido corto te recomiendo que escojas un diseño con tacón original o con detalles de strass. Si te puedes permitir unos Louboutin como los de la primera imagen, no te lo pienses dos veces, pero hay muchas firmas que nos proponen elegantes y sofisticadas apuestas. Jaime Mascaró nos deleita con este precioso abotinado.
El blanco y negro es una combinación estrella. Dicen que a una boda nunca hay que escoger estos colores, pero la realidad es que cada vez más el negro cobra importancia en estos eventos o incluso la mezcla de los dos. En este caso elige unos zapatos bicolor en estos tonos.
El encaje, una de las tendencias de esta temporada, también se pasa a los pies. Se trata de un tejido que puedes combinar con prendas lisas, en tonos pàstel o color block. este modelo es de la colección Primavera-Verano 2011 de Carolina Herrera.
¿Dorado o plateado?
Las sandalias plateadas y doradas son dos tonalidades muy repetidas en las bodas. Hay desde modelos lisos a juego con el bolso pasando por los que tienen algún tipo de detalle en el empeine, hasta diseños con strass.
El plata es mucha más fácil de combinar que el dorado, más propio del día y suele gustar más.
Si eres atrevida y extravagante escoge cualquiera de estas dos propuestas. Zapatos de taconazo, hebillas y tachuelas, de la inconfundible suela roja, sólo aptos para lucir si vas de corto o vestido largo por detrás y corto por delante. Es un modelo para enseñar y llamar la atención.
Las lentejuelas son apropiadas para una boda de tarde-noche, combinadas con un vestido bronce o en tonos marrones. Personalmente nunca me las pondría pero sé que a muchas os fascinan.
Además, todas estas propuestas puedes sacarle partido en tus fiestas o salidas con tus amigas.
De colores
El color es el protagonista absoluto del verano y Mascaró lo presenta en todas sus posibilidades. Naranja, amarillo, fucsia o rojo, perfectos para acompañar vestidos cortos de falda lápiz o vaporosos diseños en cualquier tonalidad rosa.
Las sandalias nude se han convertido en un básico de esta temporada, perfecta para los looks más clásicos. Al ser sosas de color, pero no por ello menos acertadas, intenta escoger un zapato o sandalia con algún toque chic. La gracia de este modelo de Carolina Herrera reside en los flecos.
Fotos Louboutin | Gtres
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