No podía faltar en la alfombra roja de los Oscars 2018, porque es la actriz protagonista de una de las películas estrellas de este año. Se trata de Saoirse Ronan con Lady Bird, uno de nuestros grandes descubrimientos del año. Por genialidad como actriz y por estilo diferente, original y muy dulzón. En este caso tampoco ha defraudado con un diseño con el que parecía una geisha rosa minimalista.
La actriz es una gran fan del color rosa y ya lo ha utilizado en otras alfombras rojas sacándole todo el partido posible con esos aires románticos y millennials que la caracterizan. En esta ocasión ha repetido tonalidad de la mano de Calvin Klein, con un diseño de corte limpio y líneas muy básicas que visto de frente parecía totalmente neutro. Ha sido al girarse ella y ver su espalda cuando hemos descubierto toda la magia de su diseño.
El vestido de satén cuenta con una clara inspiración oriental, con ese lazo XXL en la espalda que cae en forma de cola y recuerda a los diseños clásicos de las geishas japonesas. Ella ha querido mantener el total look con salones satinados en el mismo millennial pink que el vestido y un maquillaje neutro y rosado muy favorecedor. Sin duda, una de nuestras favoritas de la noche.
Fotos | Gtres.
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