Un día de infarto, una boda de ensueño y unos protagonistas de cuento. Poco a poco os hemos ido desvelando los entresijos de lo que en Londres ocurría y el que más interés despertaba era sin duda el vestido de Kate Middleton., que contemplamos ya en esta imagen tras la boda, a la espera de la celebración.
Muchas voces gritaban desde hace tiempo que era la casa McQueen la elegida para tal honor, que desearíamos hubiera sido vivido por Alexander el grande, pero la vida y la muerte decidirían que sería su sucesora Sarah Burton la responsable. Desde la maison, negaban, juraban y perjuraban una y otra vez que ellos no eran los elegidos, pero qué podían decir.
Una vez desvelado el secreto, las opiniones vuelan, como es lógico. Y entre todas ellas nos interesan las de los gurús y expertos del diseño.
La cuestión es: ¿Representa algo, mucho o poco el vestido de Kate Middleton el espíritu de Alejandro, en su momento indomable y enfant terrible del diseño? ¿Su teatralidad, sus excesos, volúmenes y creatividad?
Parece que guste o no el vestido, los expertos no logran identificarlo con la majestuosidad esperada de un McQueen. Entre las voces españolas algunos medios ya reflejan opiniones como las de Miguel Palacio o Jorge Vázquez en ese sentido. Ellos, entre otros, no logran identificar el estilo McQueen en un diseño que han destacado por su sencillez.
Via| El mundo
Fotos| Gtrs
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