Se ha comentado el desfile de Alta Costura de Dior con el que ha presentado su colección para el próximo otoño-invierno 2019, pero poco se ha dicho del espectacular diseño que cerró la pasarela en el número 30 de la Avenue Montaigne. Y merece un tema aparte. Maria Grazia Chiuri ha terminado el desfile de la maison por todo lo alto y nos ha dejado con la boca abierta.
Y aunque a grandes rasgos la colección era menos llamativa que en otras ocasiones la chispa estaba reservada para el final. A lo grande.
Rompiendo con el protagonismo del negro que inundó toda la presentación pero sabiendo como conservar el hilo incorporando el tono en los complementos, la diseñadora italiana agregó un punto de espectáculo a su desfile con un vestido que era literalmente una caja de oro. La caja en cuestión no era una casa de muñecas cualquiera, era una réplica de la casa de Dior en Paris y tiene todas las papeletas de convertirse en uno de los más deseados de los coleccionistas.
Según indican algunos medios, estaba inspirado en la icónica serie "Casas de muñecas" de la artista estadounidense Penny Slinger donde "las casas exploraron el funcionamiento interno de la psique femenina, la sexualidad y la espiritualidad".
Debajo de la caja, la modelo llevó un cuerpo de malla y medias y velo de rejilla.
Según ha comunicado la marca en Instagram, con la marca la creativa de Dior ha "explorado la relación entre la alta costura y la arquitectura, con guiños al universo del arquitecto austriaco-estadounidense Bernard Rudofsky". La muestra rendía homenaje a las cariátides, las figuras femeninas esculpidas en las columnas griegas, "una ilustración metafórica del papel de apoyo que desempeñan las mujeres tanto en la arquitectura como en la sociedad".
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