Empieza la temporada de las alergias, mi tanda mañanera de estornudos acaba de confirmármelo, así que una vez más mis ojos vuelven a estar más sensibles que nunca.
A esto hay que añadirle el uso diario de lentillas, otro factor que ayuda a que no tolere la mayoría de desmaquillantes para esta zona, especialmente los waterproof.
Curiosamente si suelo aceptar bien la máscara de pestañas (con algunas excepciones como las de Kiko), sombras, eyeliners y demás, así que el problema lo tenía a la hora de retirarlo todo, hasta que me animé a probar con el aceite de jojoba.
Con el resto de desmaquillantes (incluso los indicados para ojos sensibles) notaba un escozor intenso, picores en los párpados y enrojecimiento ocular, en cambio con el aceite retiro el maquillaje con mucha facilidad y noto un efecto calmante alrededor de los ojos.
En realidad el aceite de jojoba es una cera líquida que se extrae de las semillas que produce el arbusto del mismo nombre, por lo que aunque lo llamemos aceite no engrasa y es adecuado para cualquier tipo de cutis. Que no os asusten los brillos que deja al aplicarlo, la piel lo absorbe muy bien.
Está compuesto casi totalmente por ceramidas, esos lípidos que se encuentran naturalmente en nuestro cuerpo y que recubren las células de nuestra piel, formando una barrera protectora que facilita que se mantenga su hidratación.
También contiene Vitamina E, que actua como antioxidante, por lo que además de usarlo como desmaquillante dándome una última aplicación cuando la piel ya está limpia me sirve como contorno de ojos durante la noche.
Lo más sorprendente de todo es su efectividad para arrastrar la pintura por completo sin irritar y la sensación de suavidad que encuentras a la mañana siguiente. Si también tenéis los ojos sensibles os animo a que lo probéis, yo estoy muy contenta con los resultados.
Foto | The cherry blossom girl
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