Espectacular y muy elegante, Charlene Wittstock es la novia del día. Se está celebrando la boda religiosa entre la bella sudafricana y Alberto de Mónaco en el Palacio Grimaldi. El vestido diseñado por el gran Giorgio Armani es precioso: en raso blanco, escote barco, velo de tul y una larga cola principesca.
El peinado ideal: un recogido. No me gusta nada hacer las típicas comparaciones con el look que lució Grace Kelly el día de su boda porque esta mujer luce por su propia elegancia y discreción. Su seguramente ya marido, el Príncipe Alberto II de Mónaco ha sabido elegir.
Fiel a su propio estilo, el maquillaje es muy natural, ningún color impactante a la vista. Es lo que favorece más a cualquier novia, un día especial que vestida de blanco no admite extravagancias como maquillaje a menos que sea lo que se pretende.
De su peinado me gusta especialmente esas mechas más rubias que destacan en su flequillo ladeado. Está espléndida, no necesita nada, no le sobra nada. ¡Felicidades, Su alteza serenísima princesa Charlene!
En Arrebatadora | Boda Real en Mónaco
