El culto a un cuerpo perfecto no debe agobiarnos: cada una hace lo que quiere con el suyo. Muchas mujeres optan por el top-less para lucir un bronceado uniforme sin marcas. Si no eres de ese club y el contraste piel blanca/piel morena te fastidia, aplícate un autobronceador.
La verdad es que cuando el contraste es muy extremo a veces nos damos un buen susto cuando nos miramos al espejo. Incluso las que practican el top-less tienen la piel de las nalgas blanco nuclear. La cosmética solar nos da una solución que pocas utilizamos y es el autobronceador.
Olvídate del tópico de las manchas o del color naranja del autobronceador, eso pasó a la historia hace muchos años. Hoy día las fórmulas están muy mejoradas, por desgracia siguen oliendo a rábanos fritos (algunos más que otros) pero funcionan muy bien.
Las precauciones que debes tener en cuenta son las mismas de siempre: un exfoliante corporal en la zona donde quieres aplicar el producto (ya puesta, lo realizas en todo el cuerpo, le vendrá de perlas) y lo utilizas 2-3 veces a la semana. No van a desaparecer por arte de magia las marcas ni mucho menos, eso cuesta muchísimo incluso tomando el sol ya morena y decidir hacer top-less de pronto. La norma que debes añadir a la lista es no aplicar producto en las zonas más íntimas. Evita los pezones y la aureola del pecho, recuerda que el mejor gesto para aplicar las cremas en el pecho es el ocho. Tampoco debes aplicarlo en la zona íntima de los labios inferiores, podrías tener una reacción alérgica o irritar esa piel tan sensible. Por lo demás, los resultados son sorprendentes.
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