Es increíble cómo cambia una mirada con el simple gesto de rizar las pestañas hacia arriba, elevarlas e intensificarlas con máscara de pestañas. El ojo luce más feminidad y añade glamour al conjunto del maquillaje facial.
Para ello, tienes 3 posibilidades: utilizar el rizador de pestañas, hacerte una permanente de pestañas o hacerte fan de este pequeño truco que voy a contarte.
Vamos a aplicar la máscara de pestañas en dos fases: la primera será con la vista mirando hacia abajo (Oh, qué bien te ha quedado la manicura de los pies), tal como muestra la primera foto.
Hay que aplicar siempre máscara en la parte superior del pelo de la pestaña para que el producto cremoso dé flexibilidad y espesor. Muy útil también para las que empecéis a tener pestañas blancas (ah sí, eso también existe).
Inmediatamente después, te aplicas la máscara a la manera convencional, hacia arriba: verás cómo se curvan mucho más y se intensifican en este segundo paso. No olvides insistir en los extremos opuestos al lagrimal si quieres obtener una forma más almendrada y que parezca que tienes más pestañas.
La prueba de ello es facilísima: compruébalo tú misma maquillándote un ojo como siempre y el otro como te he explicado. ¿Qué tal?
Es un truco que puedes utilizar siempre y, si has utilizado mucho el rizador o la permanente, te irá muy bien para dejar descansar un poco las pestañas. Sirve con cualquier tipo de máscara y color.
PD: Cuando te desmaquilles, no olvides pasar el algodón con desmaquillante especial para los ojos en las dos direcciones: hacia el suelo y hacia el techo. Es muy importante que no te vayas a dormir con todo el pegote de máscara enganchado a tus pestañas si quieres conservarlas sanas.
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