Creo que soy de las afortunadas que no ha sufrido acné nunca, salvo algunos granitos en la época de la adolescencia. Sin embargo sí que estoy rodeada de amigas que lo han tenido-algunas incluso sufren aún el temido acné adulto-y la mayoría tienen algunas marquitas o cicatrices que tratar.
En este post vamos a hablar de pequeñas marcas, es decir, no de aquellas señales demasiado grandes, profundas o graves como para ser tratadas en casa. En este caso deberéis ir al dermatólogo para que os aplique alguno de los actuales tratamientos como la dermabrasión, el láser e incluso los rellenos faciales posteriores.
Si las marquitas son leves, os vendrá bastante bien usar un producto ligeramente exfoliante de los que suelen aparecer en los llamados productos “aclarantes”, “whitening” o “brightening”. Este tipo de productos están por doquier hoy en día en las perfumerías. Suelen llevar ingredientes como los retinoides, los AHA (por ejemplo glicólico) o los BHA (salicílico).
Tened mucho cuidado al usarlos porque básicamente dejáis la piel “desnuda” así que tendréis que protegerla mucho del sol y no podréis salir de casa sin factor de protección. Una de las gamas más conocidas últimamente es la Even Better de Clinique (tiene crema y serum), pero también podéis usar la Turnaround de la misma marca.
Una de mis amigas usa el producto que veis en la foto, Highly Efficient Skin Corrector de Kiehl’s, y tengo que decir que sus marquitas han disminuido mucho en apariencia. Estos productos sirven también para otras cicatrices superficiales, manchas de la edad y manchas solares.
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