El corte bob tradicional ya no está de moda: esta es la versión más juvenil y mucho más fácil de mantener que lo peta en 2024

El corte de pelo bob llegó hace ya algunos años y parece que lo hizo para quedarse. Se trata de un estilo muy refrescante que nos encanta, pero que también ha ido evolucionando en otros como los que nos recomiendan los expertos. Por ello, más allá del más tradicional, encontramos otros con los que podemos sumar a nuestro cabello mucha actualidad.

Así, entre todos los cortes bob que serán tendencia este verano, destacan ampliamente el sharp y el slob, ambos muy parecidos pero que se diferencian en el efecto, el primero con las puntas hacia dentro.

Así, según comenta Esther García-Rojo Tardón, estilista de Sonia Atanes Hair Beauty, el sharp consiste en generar secciones más cortas dentro y a medida que se va subiendo, ir aumentando la longitud unos milímetros, texturizando si es necesario y para terminar, peinando ligeramente las puntas hacia dentro.

MIentras, el corte de pelo llamado slob, se trata de un corte equilibrado y liso a la altura de la mandíbula o justo por debajo, dependiendo de la facción. Es muy favorecedor ya que a través de la longitud, se corrige el óvalo. Le van tonos homogéneos puros que le aportan brillo y personalmente, aconsejo acompañarlo de una terapia de alisado, ya que da la posibilidad de llevarlo siempre perfecto y con movilidad.

Por su parte, desde los salones David Künzle, su director de formación, David Lesur, apuesta por cortes cool pero muy prácticos como el long bob, el choppy, el clavicut, el shullet y el hime.

Y es que, como apunta el experto, la melena corta y capeada está de moda, por lo que el choppy será uno de los cortes más deseados ya sea liso u ondulado. También el clavicut con su versatilidad y asimetría; el shullet que es un mix entre el mullet y el shaggy con una base de carré largo, u otros como el hime, de inspiración japonesa y que suele llevarse en pelo liso y que consiste en dejar mechones de una manera perfectamente simétrica, potenciando la mirada si cortamos a la altura de las mejillas, o enmarcando el rostro si el corte es a la altura de la barbilla.