Se acerca el verano y con él el calor, el sol, el bronceado y la necesidad de cuidar muchísimo la piel ante quemaduras o melanomas. Hay una serie de reglas que todos y todas tenemos que seguir, tengamos la piel más clara o más oscura. Es la única manera de prevenir antes que curar:
Factor de protección todos los días: Y no solamente cuando se vaya a la playa, a la piscina o vayamos a tomar el sol. Ya os hemos hablado muchas veces de la necesidad de usar una hidratante diaria con FPS pero ahora hablamos también de proteger cualquier zona que quede al alcance de los rayos solares. Así evitaremos arrugas, envejecimiento prematuro y sobre todo cáncer.
Reaplica cuanto sea necesario: Si estás en la playa o piscina, no pienses que una sola aplicación es suficiente. Yo no me fío ni de los productos que dicen ser waterproof y vuelvo a aplicarme al salir del agua. Hay que reaplicarse el producto cada dos horas más o menos mientras estemos tomando el sol.
Chequea tu piel: Esto nos lo dicen los dermatólogos pero no lo solemos hacer. Al menos una vez al mes deberíamos chequearnos los lunares que tenemos en el cuerpo. Es esencial que tengamos una nota mental de su estado para poder vislumbrar rápidamente si han cambiado de color o forma.
No a los rayos UVA: Sé que esta medida es impopular, pero aún así tengo que decirlo. Yo solamente he ido a rayos UVA una vez en mi vida y no pienso repetir. Hace unos meses leí un reportaje en el que se explicaba que usar los rayos UVA al menos una vez antes de los 30 aumenta la posibilidad de melanoma en un 75%.
No sé si el dato es demasiado exagerado, pero los dermatólogos relacionan esta costumbre tan extendida con el aumento de los cánceres de piel. Así que no os la juguéis y proteged bien vuestra piel.
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