¿Os imagináis un entrenamiento de 20 minutos de duración que te hace trabajar tanto como una sesión de dos horas? Pues eso es lo que se consigue a través del entrenamiento con electroestimulación o electrofitness. Una sesión de entrenamiento con ejercicios sencillos y básicos pero que produce en el cuerpo un trabajo espectacular. Bienvenidas al futuro, señoritas.
La electroestimulación es un recurso que se ha utilizado durante años en el campo de la rehabilitación y de la readaptación de lesiones. En lugar de dirigirla a una zona concreta de nuestro cuerpo mediante parches con electrodos, lo que hacemos con el electrofitness es trabajar todos nuestros grandes grupos musculares a la vez. ¿Tienes 20 minutos? Entonces tienes un entrenamiento completo.
El electrofitness o estimulación muscular a través de impulsos eléctricos es pefecta para complementar el entrenamiento de una persona que ya se encuentre en forma, o para comenzar a hacer ejercicio y empezar a identificar grupos musculares. Puede practicarla cualquier persona independientemente de su edad, sexo o condición física. Os cuento cómo funciona una sesión.
Un traje especial para un entrenamiento especial
Antes de empezar deberás vestirte para la ocasión: un traje especial de algodón (camiseta y mallas) facilita el paso de los impulsos eléctricos desde los electrodos a nuestros músculos. Tras ponernos el traje se nos coloca un chaleco húmedo (el agua facilita el paso de la corriente eléctrica) con electrodos en pectorales, abdomen, lumbares, dorsales y trapecios, además de una banda especia para los glúteos y unos brazaletes para bíceps (en los brazos) y cuádriceps (en las piernas).
La sesión de entrenamiento: ¡20 minutos a tope!
A partir de ahí podemos comenzar a trabajar. Primero realizaremos unos minutos de adecuación al impulso eléctrico: poco a poco y tratando los grupos musculares uno por uno, iremos sintiendo cómo los impulsos eléctricos van activando nuestros músculos. Nosotras deberemos contraerlos a la vez de forma activa.
Una vez que nos hemos acostumbrado al impulso, es hora de entrenar. A la vez que recibimos una pequeña descarga, nosotras deberemos realizar los ejercicios que nos indique el entrenador. Estas sesiones son siempre personales y controladas por un entrenador personal que conoce nuestra condición física de forma previa, nuestras metas y aquello que queremos conseguir, y nos indicará los ejercicios correspondientes para lograrlas.
Los ejercicios son siempre sencillos y básicos, no hace falta hacer piruetas: correr en el sitio, sentadillas, rodillas al pecho, talones al glúteo, jumping jacks, press de hombros, puñetazos al frente... Algunos de fuerza y otros cardiovasculares, dependiendo también de la intensidad que se quiera conseguir en la sesión.
Relax después del ejercicio
Tras el entrenamiento, pasaremos unos minutos con un programa metabólico: con este programa mejoramos la circulación sanguínea y se favorece la producción de endorfinas. Además, terminaremos la sesión con unos estiramientos asistidos y con el programa de relajación. Todo esto en 20 minutos, no más, porque las sesiones son bastante intensas para nuestro cuerpo.
Complemento, pero no sustitutivo
Me permito insistir en que la electroestimulación es un muy buen complemento para nuestro entrenamiento: es un trabajo cardiovascular y de fuerza muscular óptimo para personas como los runners, que dedican mucho tiempo al entrenamiento outdoors y no tanto como deberían al fortalecimiento en el gimnasio.
¿Funciona por sí solo? ¿Con una o dos sesiones a la semana sin hacer nada más me voy a poner en forma? Rotundamente no: es un complemento, pero no un sustitutivo del ejercicio físico. Además, requiere un trabajo activo mientras lo estamos realizando: no es ponerse el chaleco y echarse la siesta: es ponerse el chaleco y entrenar con él.
Imágenes | Miha Bodytec
Más información | Electro-fitness (EMS)
En Trendencias Belleza | Entrena por intervalos para quemar más grasa (I): el HIIT