Desde que hace unos veranos me salieron manchas de sol, he descubierto a los sombreros, que son un excelente complemento a los bloqueadores solares. Sin embargo, debemos tener el mismo cuidado de siempre al escogerlo de forma de que armonize con el rostro y el cuerpo, y nos ayude a potenciar nuestras fortalezas y disimular los defectos.
Un sombrero se puede transformar en un accesorio más en un look arrebatador o en la prenda que lo define. Eso es porque llama mucho más la atención. Creo que es la falta de costumbre, antes la gente solía usar sombreros a diario, pero hoy casi los usamos únicamente para ir a la playa. Suelen aparecer entre los accesorios usados por las celebridades más preocupadas de su estilo, como Sienna Miller, Victoria Beckham o Nichole Richie, así que ¿por qué no usarlos nosotras?
Según la forma de tu cara
Un sombrero es un marco para la cara, al igual que el pelo. Puede hacer maravillas ayudándonos a equilibrar nuestras facciones o puede potenciar aquello que no nos gusta, así que debemos escogerlo pensando tanto en la forma de la cara como el peinado. No importa especialmente si lleváis el pelo suelto, en una trenza o muy corto, lo importante es que esté arreglado para integrarse con el sombrero y formar el marco adecuado.
- Cara redonda: los mejores serán los que atraigan la atención a la parte superior de la cabeza, como los que tienen la copa alta o algún adorno arriba. Las alas muy chicas (pegadas a la cabeza) y/o las copas anchas están contraindicadas, lo mismo que los sombreros con forma general redondeada, especialmente en la copa.
- Cara larga: en este caso, lo que queremos es hacer que el rostro parezca más ancho. Para ello puedes usar sombreros con copa redondeada y alas grandes y caídas a la altura de los pómulos. No uses sombreros de copa alta, porque destacarán el largo de tu rostro.
- Cara cuadrada: los sombreros con alas y copa de mediano tamaño y redondeadas ayudarán a disimular las formas de tu rostro. También puedes usar sombreros que se usen en ángulo o de alas desiguales, pero intentando que siempre sean de líneas suaves, nunca rectas.
- Cara en forma de corazón: un sombrero con alas largas y caídas, a la altura de la mandíbula, dará la sensación de que la barbilla es más llena. No uses sombreros de alas rectas, que amplían las sienes.
Según tu cuerpo
Por supuesto, también hay otras consideraciones a la hora de decidirse por un sombrero, como la forma de tu cuerpo.
- Si eres baja: un sombrero de copa mediana, alas pequeñas te ayudará a parecer más alta. Nunca escojas uno demasiado grande, cuyas alas sean más anchas que tus hombros, porque podrías parecer una seta.
- Si eres alta: puedes usar sombreros de alas anchas y caídas, con una copa más corta. No uses sombreros demasiado pequeños o estrechos, porque aumentarán la sensación de que eres grande.
- Si eres gruesa: tu sombrero debe tener la copa un poco alta y rígida, lo que te estilizará. Los sombreros de copas anchas no te convienen.
Finalmente, nos queda preocuparnos de cómo combinan los sombreros con la ropa. En las tiendas no es muy complicado encontrar sombreros pequeños, tipo fedora (yo los he visto en H&M), de colores neutros, como el gris, negro o beige. Un truco sencillo para combinar la ropa con sombreros de verano es colocarles una cinta de color del vestido. No es necesario que el sombrero calce exactamente con el color de los otros accesorios, por ejemplo puede estar dentro de la gama cromática de ellos o por el contrario, el contraste absoluto. Lo importante es que os sintáis cómodas con él.
Dicen los sombrereros que para cada persona hay un sombrero perfecto. Yo ya tengo los míos, pero creo que quiero otro más para el verano que se acerca (eso espero).
Fotos | Fernando Mafra, FaceMePLS
En Arrebatadora | Sombrero y sombras de ojos combinados, Gorras y sombreros para el invierno