Siempre me he hecho esta pregunta, y ahora que en el mercado hay tamaños diferentes de esmaltes, mi lista de pros y contras aumenta casi por momentos. ¿Un esmalte pequeño, de 5 ml? ¿O un esmalte de los de toda la vida, grande, de 12 ó 10 ml?
En casa tengo los dos tamaños. Y os explico por qué por si a vosotros os pasa igual. El tamaño grande, como el de la imagen (de 10 ml) dura muchísimo, así que uso ese tipo esmaltes para los colores básicos: un tono perlado en crema, que suelo usar cuando no sé de qué color pintarme las uñas, y que queda muy discreto pero vas perfectamente arreglada.
Puede ser genial para llevar las uñas cortas, o cuando están muy largas y quieres ir arreglada sin saber qué color. O incluso cuando tu atuendo ya es recargado, y las uñas no deben llamar la atención.
Sin embargo, me decanto por el tamaño pequeño, el de 5 ml (muy habitual en Sephora), para elegir tonos concretos y fuertes para diferentes momentos. Es una manera de ahorrar, de no estropear el esmalte y de ir a la moda sin tener decenas de colores en el cajón y que tras un año se hayan estropeado.
En Yves Rocher suelen tener tonos nacarados de azules, lilas, rosados, etc… en tamaños muy pequeños que te pueden servir cuando quieres cambiar de tono de uñas, o llevarlas durante una temporada (por esas cosas que nos da a la chicas) pero no sabes si será tu tono, o te irá con la ropa. O mejor, si será de larga duración compatible con tu estilo de vida.
Hay un tono que siempre deberíamos tener. El tuyo favorito. Puede ser el de la temporada, o uno que te haya encantado para el verano, el invierno… en mi casa, siempre hay un tono rojo. Es clásico, es elegante, es eterno… y si es de una marca como Chanel o Dior, siempre estará perfecto.
¿Por qué tamaño de esmalte te decantas?
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