Me gusta la moda y la belleza como bienes en sí mismos, pero también cuando sirven para que hablemos de cosas más importantes. La imagen que veis más arriba, es la portada del mes de agosto de Vogue Italia y muestra a la modelo Kristen McMenamy en medio del desastre ambiental causado por la mancha de petróleo que cubre el Golfo de México.
Kristen fue una de las supermodelos de los 90 y desfiló para Chanel, Valentino y Versace. En la actualidad su pelo gris la hace bastante conocida: no se lo tiñe desde hace varios años, desafiando una especie de tabú tácito entre las mujeres, especialmente para mujeres tan jóvenes como ella, con 45 años. Nada hay en el pelo gris que impida a una mujer verse tan guapa y arrebatadora como cualquier otra, pero la modelo a veces exagera con un look demasiado natural y sin maquillaje, con el pelo suelto, casi con apariencia de ni siquiera haberse peinado.
Ahora bien, cabe preguntarse cuál es la relación entre las fotografías y la línea editorial de la revista. Me gusta que las revistas puedan ser provocativas en asuntos importantes, pero en ocasiones es difícil distinguir entre ser provocativo y simplemente buscar la controversia, a partir del morbo y el sensacionalismo. En este caso, quizás hay algo más, puesto que las joyas usadas en la sesión, de la artista Kathleen Nowak Tucci, están fabricadas en base a caucho reciclado.
Las opiniones en la red están divididas entre quienes creen que las imágenes son insultantes y oportunistas, y quienes las consideran una obra artística que evidencia una tragedia ambiental que bien pudo ser evitada. ¿Cuál de los dos lados os representa más?
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