Todos nos hemos preguntado alguna vez por que la piel envejece, por dentro parece que todo sigue igual, pero el espejo nos devuelve una imagen distinta cada año.
Cuando se es joven la piel se renueva cada 28 días, el proceso de queratización hace como una capa que nos protege del medio ambiental. Cada 14 días nuestra capa basal multiplica las células, estas van subiendo al exterior hasta el borde mismo de la epidermis, haciendo una red de lípidos y queratina gruesa. En el exterior nuestra piel es tersa, sin arrugas.
A partir de los 25 años este proceso se va relantizando, la capa de queratina ya no le da tiempo a estar tan elástica y gruesa. Empiezan a verse las primeras arruguitas, es el momento de cuidarse, nuestra piel tiene memoria. Puede que no notes los efectos si te cuidas desde el principio, pero si hubiera un espejo mágico y te enseñara una cara cuidada en el transcurso del tiempo y otra que no, lo verías sin duda.
Despues de los 50 años la capa que nos protegía se hace tan despacio que no le da tiempo a realizar su función, se evapora el agua con más facilidad y las capas que sirven de sostén se caen por su propio peso. Pero mucho tiene que ver también la genética, el estrés, el tabaco, donde vivimos, la alimentación, el sol, el trabajo (el maldito parné) y por supuesto los cuidados que la hemos dado desde los primeros síntomas.
Benditas las cremas, los tratamientos, la cirugía y todo lo que esta por conocerse para que este proceso llegue lo más tarde posible.
