El lanzamiento por parte de L’Oréal de las máscaras de pestañas dobles fué todo un puntazo: la revolución en la perfumería. No soy nada aficionada a estos dobles cepillos, blanco y negro, pero las hay que no pueden vivir sin ellos.
No sólo porque den ese volumen pastoso que prometen (especialmente el imbatible en ventas Double Extension) sino porque el cepillo que sirve de base tiene otra ventaja para las que llevan gafas.
Muchas personas con graduaciones importantes tienen problemas a la hora de aplicarse la máscara de pestañas: no las ven y se organizan un cuadro surrealista la mayoría de las veces entre las gafas, el rimmel, el espejo …
Esa crema blanca es ideal para marcar el paso previo a la máscara de color: primero las ves en blanco, que no mancha la piel si no atinas bien, y ya está preparada la pestaña para aplicarle el color sin tener que llamar a Houston.
Un apunte: si tienes uno de estos rimmels dobles y no te ha gustado la fórmula, siempre puedes utilizar la base fortificante como tratamiento nutritivo de noche. Una vez desmaquillada, aplícatela como si fuera un tratamiento.
Puedes ir a dormir con el producto a cuestas: no va a manchar la almohada y tus pestañas lo agradecerán y ganarán en firmeza ya que las estarás alimentando.
En Arrebatadora | Mi experiencia con la máscara Effet Liner de Bourjois , Alargador de pestañas con receta médica