Los especialistas dicen que la dieta perfecta es la que no se abandona, pero hay que reconocer que algunas son difíciles de llevar, ya sea por los alimentos prohibidos (los que más nos gustan) o por que te someten a una rutina diaria. Pero perder peso sin pasar hambre es posible, si tu problema es que se te hace muy cuesta arriba llevar una dieta, toma nota, veras que fácil es.
No abuses de los alimentos light. Tienes que tener en cuenta siempre las calorías que ingieres con estos productos. Una bolsa de patatas de 80gr de patatas light tiene más calorías que un bocadillo de jamón.
Sin azúcar. Muchos alimentos ponen en grande ese título, pero hay truco. La mayoría de las veces es apta para diabéticos, por que incluyen lactosa en vez de azúcar, pero las dos tienen las mismas calorías. Los edulcorantes artificiales si contienen menos calorías.
La fruta que más engorda. En muchas dietas pone "una pieza de fruta" ya sea entre horas o como postre, pero no todas son iguales, hay que prestar atención a la que más grasa y azúcar aporta a nuestro organismo el aguacate. Por las demás ten cuidado de no abusar de los plátanos, los higos, las uvas o las chirimoyas.
En la cocina. Puede que tú te estés cuidando y sin embargo tengas que cocinar para toda la familia. Para que no caigas en tentaciones tipo (¡¡cómeme!!) masca chicle de menta mientras lo hagas, el sabor es tan intenso que no olerás los manjares que no están en tu dieta.
Infusiones y tisanas. Intenta meterlas en tu dieta cuando te entre el hambre repentina, las que más calman el hambre son la tisana de regaliz, té negro o verde con limón. También las hay que incentivan el gasto calórico en tu organismo como son las de té rojo con canela, mate o la de romero.
Cuidado con las dietas de menos de 1.200 calorías, recuerda que cuando a tu cuerpo se le impone una dieta demasiado estricta se activa el mecanismo de ahorro disminuyendo el gasto calórico. La naturaleza es sabia, no se te olvide.
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