No soy fiel a ningún producto de belleza, pero tengo una excepción: mi exfoliante favorito, Apricot Scrub de St. Ives. Este exfoliante es muy conocido en toda América. Si alguna vez os habéis topado con él, ya sea el de la imagen principal o en su nuevo envase y encarnación, la que se vende en EEUU, sabréis que levanta pasiones: o se lo ama o se lo odia.
La principal razón para amarlo es que su precio es bastante bajo, sin llegar a ser low-cost, con buenos resultados, en especial para las pieles muy grasas como la mía. Pero también a mí también me importa el que St. Ives afirma no realizar pruebas en animales.
En cuanto a las razones para odiarlo, muchas voces en la blogósfera afirman que sus granitos rompen la piel y que es posible ver cortes o fisuras microscópicos luego de usarlo. Mi problema con este argumento es que la piel vista de cerca o de muuy cerca luce llena de fisuras y que aún no he visto fotos del antes y después de una piel tratada con este exfoliante.
Apricot Scrub de St. Ives
Apricot Scrub existe en varias encarnaciones: vigorizante, blanqueante, especial anti puntos negros, reafirmante y especial para pieles sensibles, aunque no todos se venden en todos los países donde se vende St. Ives. Los principales ingredientes son nueces, que forman las partículas exfoliantes y albaricoque, que contiene antioxidantes.
La encarnación de la foto principal se llama simplemente Exfoliante Facial Apricot Scrub y está a la venta en gran parte de América del Sur. Viene en un envase de 340 gramos y no encuentro la duración por ningún lado en el envase actual, aunque debería estar allí. Debe aplicarse sobre el rostro húmedo, masajeando con cuidado evitando el contacto con la zona del contorno de ojos.
Creo que es importante mencionar que algunos de los productos de St. Ives son libres de parabenos. Me parece que aquellos en EEUU han cambiado primero, de modo que debe ser cosa de esperar en el resto de América. Este exfoliante sí los incluye.
Mi experiencia con Apricot Scrub de St. Ives
Este ha sido mi exfoliante preferido desde mi adolescencia y me fue recetado por un dermatólogo, durante el tratamiento contra verrugas planas. Nunca sufrí de grandes brotes de acné, pero siempre he tenido piel muy grasa y nariz de fresón, como le llama nuestra lectora Nicholaa.
Apricot Scrub es una pasta densa con granitos de distintos tamaños, con un perfume fuerte, que no me parece desagradable y que se va por completo luego de aclarar. A pesar de todo lo que he leído, no me parece que me arañe la piel. Tampoco es que sea suave, puede dejar la piel roja si se frota con demasiado entusiasmo, pero eso se puede lograr con casi cualquier exfoliante físico.
El resultado es que la piel queda suavísima y muy limpia. El exfoliante es libre de aceite y no deja ningún residuo, como me sucede con 7 day scrub de Clinique. Y lo que es mejor es que casi todos los puntos negros de la nariz desaparecen.
Sin embargo, el efecto puede llegar a ser demasiado secante, así que en los inviernos secos, lo uso una vez cada 15 días, mientras que en los veranos húmedos mi piel lo pide cada 5 o 6 días. En Santiago de Chile, donde tenemos un problema de contaminación atmosférica bastante grave (y no hace demasiado frío), durante mucho tiempo lo usé día por medio.
Lo anterior me hace pensar que a pesar de decir “para todo tipo de piel”, en realidad es adecuado para pieles mixtas a grasas. Para las demás, creo que dará mejores resultados como un exfoliante barato para el cuerpo o los pies.
Ficha de producto
- Exfoliación : 9/10
- Suavidad: 6/10
- Tamaño: 340 gr
- Precio: alrededor de 2000 pesos chilenos, unos 3 euros
- Relación calidad precio: 8/10
Más información | StIves.com.ar
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