Es un producto que me ha llamado siempre mucho la atención, desde que leí en una entrevista con una famosa cantante que ella los usaba. Se trata de los limpiadores al aceite. En concreto en aquella entrevista la cantante ensalzaba los de Shu Uemura, que es una marca nicho no demasiado conocida en España aparte de su famoso rizapestañas.
He visto en las perfumerías que algunas otras marcas de alta gama están empezando a incorporarlos en sus estanterías, en formato aceite o similar. Yo, que siempre he tenido la piel grasa y que aún mantengo la zona T un poco problemática, me sorprendía bastante de que un aceite sirviera para limpiar.
El aceite limpiador es muy suave y además hidrata mientras limpia, lo cual es muy bueno. Sin embargo no podemos dejar de lado el hecho de que aunque tengan gran capacidad de limpieza (deshacen la suciedad) no dejan de ser eso, aceite. Y por tanto corres el riesgo de que en unas horas tu cara parezca una sartén dispuesta a freír un huevo.
Si tienes la piel seca estos limpiadores son muy adecuados para tí, porque te darán hidratación extra y dejarán una película muy fina sobre la piel que la protegerá. Sin embargo si la tienes grasa (y mucho menos si sufres acné) ni se te ocurra usarlas: no te van a provocar granitos como tal pero la grasa de tu cara aumentará considerablemente.
Para pieles grasas o acneicas es mejor un limpiador al agua, que lleve algún ingrediente activo frente a tu problema (aceite de árbol del té, ácido salicílico). Son más efectivos para la limpieza que necesita tu piel y para curar las pequeñas imperfecciones.
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