Se habla mucho sobre la reflexología podal, ese masaje que te dan en la planta de los pies, de propiedades holísticas que beneficia a todo el cuerpo y al organismo.
No os voy a explicar la teoría porque ya lo hizo perfectamente Isabel. Mi aportación es práctica ya que he tenido la suerte de recibir bastantes y conocer personas asíduas a este servicio que puedes encontrar en centros de belleza y masajes.
No todos los profesionales que realizan reflexoterapia lo hacen con la misma intensidad. Algunos la trabajan con más intensidad que otros, puede ser un masaje suave o enérgico según la costumbre del masajista. Pregunta antes de concertar una cita.
Los puntos a tratar son los mismos para todos. La única fase que se podrá escoger es una de las finales cuando, según el sentido del masaje (a favor o en contra del sentido de las agujas del reloj), el resultado es energético o relajante.
Como ejemplo de resultado tras la sesión, personalmente me ha ayudado con la vista cansada (demasiado ordenador), con la tensión muscular (contraigo involuntariamente los muslos y a veces la mandíbula) con el dolor en la zona del trapecio entre otros puntos.
La reflexoterapia me ayuda a relajar esa tensión, a echar fuera el cansancio de los ojos y del cuerpo en general. Llego a casa y a las 2-3 horas no sirvo más que para vegetar en el sofá o dormir.
A una amiga le ayudó muchísimo una temporada que sufría de dolores menstruales como nunca. Su hermano (esto parece un culebrón) recibía el masaje de buena mañana, antes de ir al trabajo, porque no tiraba y le aportaba una energía extra para la jornada: le espabilaba sin ponerse nervioso.
El resultado generalizado más agradecido es, además de la tensión muscular, para problemas intestinales: ir al baño normalmente es un problema para muchas personas. Para ayudar a la correcta función de la hipófisis, bazo, riñones, ... mucho mejor que tomar medicamentos por causas leves de malestar.
Foto | Katalitza
En Arrebatadora | La reflexología, placer celestial , Plan anti-retención (y II): consejos