Antes de comprarnos un tinte para el cabello tenemos que estudiar el por qué queremos teñirnos el pelo, de esta forma sabemos si comprarnos un tinte permanente o un baño de color.
Si lo que quieres es únicamente cambiar el color de pelo para darle un nuevo look, te recomendaría un baño de color o tinte vegetal, como se llamaba hace unos años. En cambio, si quieres ocultar las canas, ya sean pocas o muchas, mejor un tinte permanente.
Las diferencias entre los dos tipos de tintes son bastante importantes:
El baño de color desaparece con los lavados (unos 28 lavados), no contiene amoniaco, lo cual es muy importante porque no daña el cabello tanto como el tinte permanente, a parte, aporta mucho brillo al pelo y no tienes que preocuparte por la raya ya que este tinte va desapareciendo de forma gradual y sin que tu lo notes.
El tinte permanente no se va con los lavados, sino que se queda impregnado en el cabello, cubre completamente las canas y da brillo y color al pelo. Los inconvenientes de este tipo de tinte es el contenido de amoniaco que lleva, con lo cual el pelo se estropea y seca mucho. Cuando han pasado unos días y el pelo ya ha crecido un poco, aparece la típica raya que no es nada más que, la diferencia que hay entre el color natural del cabello nuevo y el resto del cabello bañado con el color del tinte. Cuando pasa esto no hay más remedio que volver a teñir el pelo o la raya, estropeando aún más el pelo. Por eso el pelo teñido con un tinte permanente tiene que tener una aportación mayor de vitaminas y agua y de vez en cuando, acudir a la peluquería para que haga un saneo del pelo.
Si tienes canas y quieres cubrirlas, utiliza el tinte permanente ya que el baño de color no cubre las canas. Pero si solo quieres cambiar el color del pelo y darle unos reflejos, aconsejo que utilices el baño de color ya que es mucho menos agresivo y da el mismo resultado que el tinte permanente. Utilizando el baño de color tampoco tendrás que estar cada mes tiñiendote el pelo, con lo cual tu cabello "descansa" y tu bolsillo también.