¿Cuánto tiempo hemos gastado en los stands de maquillaje intentando encontrar el tono ideal de base de maquillaje? Yo al menos mucho, aunque con el tiempo vas adquiriendo experiencia y conociendo las gamas de las distintas marcas. Algunas, como os decía en otro post, sacan maquillajes con subtonos más amarillos (Chanel).
Otras (Lancome) tienen subtonos más rosas e incluso podéis encontrar bases de Bobbi Brown en la que es imposible que no encontréis vuestro tono perfecto, por la gran variedad que presentan. Para probar el tono podéis elegir donde según vosotras más se parezca el tono de la piel a la de vuestro rostro.
Yo prefiero probarla en el dorso de la mano, pero hay quien lo hace justo en el hueso de la mandíbula (para comprobar que no le va a quedar un “salto de color” con el cuello) y lo que casi todo el mundo hace es probarla en el interior de la muñeca. Si tenéis la piel clara (como es mi caso) el interior de la muñeca suele ser muchísimo más bajo de tono que la cara, así que os puede llevar a una mala elección.
Siempre es mejor coger un tono más bajo (que puede subirse con polvos bronceadores o iluminadores) que uno más oscuro que desentone totalmente con el resto de tu piel. El tono de la piel varía según la época del año, y también según la iluminación, por lo que es conveniente tener dos bases: una para verano y otra para invierno.
De esta manera podéis aplicaros una más clara y luminosa para el invierno y otra un poco más oscura y mate para el verano, época en la que los brillos dan muchos problemas. Si aún así seguís teniendo problemas, quizá os vendría bien pasaros al método NC/NW de MAC, con una variedad infinita. En unos días os prepararé un post para explicaros en qué consiste.
¿Qué experiencias tenéis respecto a buscar vuestro color de maquillaje ideal?
Imagen | Ooikioo
En Arrebatadora | Consejos para novatas (III) , Base de maquillaje
