Probablemente pensaréis que este es un post sobre otro exfoliante más, pero os equivocáis totalmente, tanto como yo cuando lo usé por primera vez. Se trata del Volcanic Ash Exfoliator de MAC, un producto que ya vendieron hace tiempo para retirarlo enseguida. Ahora lo han vuelto a lanzar dentro de su colección Style Black y ha sido todo un descubrimiento.
Cuando lo tienes en tus manos por primera vez da un poco de miedo, por la textura y el color (negro), ya que lleva cristales de azúcar junto con arena volcánica micronizada. A pesar de que parece que va a ser bastante duro con la piel es muy suave al aplicarlo y deja una sensación fresca inmediata. Además su efecto es muy rápido: basta una aplicación rápida de un minuto, aclarar y tendréis el rostro como la piel de un bebé.
Se puede utilizar también sobre el cuerpo, con el mismo efecto. Al principio os vais a sorprender bastante de veros cubiertas de cierta suciedad, pero os enamoraréis del producto inmediatamente. Viene en una presentación de tubo aunque aún se vende en algunos stands en su presentación de tarro del año pasado y no debéis confundirlo con la mascarilla termal, que tiene otra función.
Este exfoliante no es nada abrasivo, se puede usar muy poquita cantidad para todo el cuerpo, huele muy bien, limpia de maravilla y no deja residuo graso. Es similar al Exfotonic de L'oreal pero mucho más suave y la sensación de limpieza que deja os recordará a los exfoliantes de Origins si los habéis probado.
En principio se trata de una edición limitada junto con la colección Style Black, así que probablemente ocurra igual que cuando lo lanzaron por primera vez hace un año, que se agotó en todos los puntos de venta. No se sabe aún si se quedará en colección permanente como hace MAC con algunos de sus productos más famosos.
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