Todo apunta a que fue la Casa Real Española quien tomó la decisión de que ni Juan Carlos I ni doña Sofía acudieran a la coronación de Carlos III este sábado 6 de mayo en la Abadía de Westminster ni tampoco a la recepción previa que se produjo en el Palacio de Buckingham. Sin embargo, solo dos Jefes de Estado por país con monarquía tenían invitación para aparecer por allí, por lo que también se entiende que se llegara a esta conclusión ya que, obviamente, la monarquía española estuvo representada por Felipe VI y Letizia Ortiz.
Dada la ausencia del Emérito, según ha podido confirmar 'El Confidencial', el padre de Felipe VI llamó a Carlos III tras su coronación para desearle "un feliz reinado", así como para disculparse por su ausencia. Además, habrían quedado en un almuerzo ya que el pasado mes de abril, durante la visita de Juan Carlos I a Londres previamente a Sanxenxo, no pudieron verse.
Una llamada que se produce justo después de que el Rey se convirtiera en el protagonista de todas las tertulias del corazón tras la aparición de su presunta hija secreta, Alejandra de Rojas: "Niego absolutamente haber tenido relación amorosa alguna con la señora doña Rosario Palacios (q.e.p.d.) y consecuentemente haber tenido una hija con ella", se pronunciaba a través de la Agencia EFE.
Una situación que pueden entender a la perfección tanto Carlos III como Camilla Parker-Bowles, dado que también se ha hablado en estos últimos meses de un presunto hijo de la pareja. Simon Charles Dorante-Dau asegura ser su vástago perdido, concebido cuando el entonces príncipe de Gales tenía 17 años y la duquesa de Cornualles, 18. Todo esto habría sucedido en el año 1965, lo cual le convertiría en el primero en la línea de sucesión de ser cierto, por delante del Príncipe Guillermo.
Fotos | GTRES / Telecinco
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