Hemos leído parte de las 312 páginas que componen el libro que Aless Lequio comenzó a escribir durante la enfermedad que acabó con su vida y que ha acabado publicando Ana Obregón, 'El chico de las musarañas', cuya recaudación irá íntegramente para la asociación contra el cáncer que lleva la bióloga con el nombre de su hijo. Hoy sale a la luz este testimonio que no solo explica la implicación de Aless en el nacimiento de Ana Sandra sino que también recorre la vorágine de sentimientos que madre e hijo sintieron por este terrible cáncer.
"Para mi hijo Aless, el amor de mi vida", son las palabras con la que empieza este libro escrito en un principio por él y que ha acabado Ana Obregón siguiendo la voluntad de su hijo. "Gracias a Aless, esa estrella brillante lejana que un día fue mi hijo", y así es cómo acaba.
El día que su vida se derrumbó
'El chico de las musarañas' tiene un punto de inflexión y ese es el 23 de marzo de 2018, el día que Ana Obregón recibe la llamada de su hijo mientras se dirigía a la fiesta de fin de rodaje de la temporada de 'Paquita Salas' en la que participó: "Mamá, me muero de dolor, me voy a urgencias", le dijo Aless.
Es entonces cuando descubren que lo que parecía un simple abceso finalmente acabó siendo un tumor maligno de diez centímetros, lo que ha definido como "un cáncer muy raro y agresivo" con el pronóstico que ya todos conocemos: "Lloré lágrimas púrpuaras que salían a borbotones porque ese doctor me acababa de arrancar el corazón de cuajo y me estaba desangrando. ¿Cómo se lo iba a decir a mi hijo? ¿Qué iba a hacer?", ha escrito la actriz en las páginas de este libro.
Alessandro Lequio impidió que Ana se quitara la vida
Ana reconoce que Alessandro Lequio, el padre de su hijo, fue la cordura y el saber estar durante la enfermedad de Aless. Él estuvo en todo momento acompañándoles de hospital en hospital, tanto en Madrid, como en Barcelona, Nueva York y Nueva Jersey: "Aless y su padre eran los mejores amigos del mundo. Me asustaba a veces su increíble complicidad, pero me hacía muy feliz no haber impedido que con las tonterías de padres separados estuviera cerca siempre de él", ha recalcado.
Incluso Ana reconoce que de no ser por él, tras la muerte de Aless el 13 de mayo de 2020, ella se habría dejado llevar por el dolor: "Salí al balcón. Un séptimo piso, la decisión era firme. Me empiné sobre la barandilla que no era muy elevada. Saltar hacia el abismo era mi única opción para seguir viviendo", escribe.
Es entonces cuando Lequio le recuerda que Aless tenía una misión: la de ser padre. "Ana, por Dios, abre la puerta. Tienes algo importante que hacer. ¿Recuerdas lo que nos pidió Aless, su última voluntad?", recuerda Ana que le dijo el colaborador de 'El Programa de Ana Rosa', que ahora reniega del testamento ológrafo y, por tanto, de que Ana Sandra fuera la última voluntad de su hijo.
"Tu padre nunca supo que, en ese momento, tu última voluntad me salvó la vida. Se enterará leyendo estas páginas. Juro que en ese instante mi acto lo veía como una salvación, pero quiero dejar claro que el suicidio no es jamás una opción, ni en la peor de las tragedias que puedas vivir. Es una cobardía", ha confesado de forma estremecedora Obregón dedicándole estas líneas a su hijo, al que reconoce que pensar en iniciar el procedimiento de gestación subrogada le salvó la vida.
La última voluntad de Aless: ser padre
Ana mantiene que "una luminosa mañana a finales de abril" Aless Lequio le hace saber cuál es su última voluntad: "Mamá, papá... Si me pasa algo, acordaos de la muestra que dejé en el laboratorio de Nueva York. Quiero tener hijos, aunque ya no esté. Es mi deseo. Prometedme que lo vais a hacer... Por favor", ha descrito con más detalles que para la revista a la que concede la exclusiva tras el nacimiento de Ana Sandra.
"Durante tres años he guardado en secreto tu testamento, ese pacto que hicimos en el hospital que solamente sabíamos tu padre, tus tías y yo. He luchado sola en silencio para conseguir lo imposible y esa ilusión me ha perdonado la vida cada día de mis tres años de duelo por ti. Te prometí que te salvaría y no pude cumplirlo. Te juré en el hospital que cumpliría tu última voluntad, y ese milagro se ha hecho realidad", ha terminado añadiendo.
También Ana tiene palabras en este libro para su hija-nieta, Ana Sandra Lequio, a la que define como "el milagro único jamás contado, fruto del amor infinito de una madre y un hijo, de un amor que traspasa todos los límites, uniendo el cielo y la tierra".
Y gracias a ella, Obregón dedica las palabras más emotivas a su hijo en las páginas de 'El chico de las musarañas': "Por fin tendré un poquito de ti aquí conmigo y nunca jamás volveré a estar sola. Sé que serás el mejor papá del mundo desde el cielo y que ahora mismo estarás feliz y sonriendo. ¡Lo hemos conseguido, Aless!", le dedica para acabar con una declaración de intenciones total: "Ahora quiero vivirme".
El chico de las musarañas (HarperCollins)
Fotos | @ana_obregon_oficial / Telecinco
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