Se suele decir que las películas españolas de época retratan siempre los años de nuestra Guerra Civil; por eso recibimos como una bocanada de aire fresco 'La vida breve', la nueva serie original de Movistar Plus+ que refleja en clave de comedia los poco más de siete meses de reinado de Luis I de España, el monarca más breve de la historia de nuestro país. El 'Naces, reinas y te mueres' no podría ser más acertado.
Hemos tenido la oportunidad de hablar con Helena Sanchís, diseñadora de vestuario de 'La vida breve' y uno de los grandes nombres del figurinismo en producto audiovisual de nuestro país, sobre el trabajo en la serie y sobre la importancia de la figura del diseñador de vestuario a la hora de dar vida a los diferentes personajes de la ficción.
Helena Sanchís cuenta con un currículum tremendamente extenso y, aunque quizás no lo sepáis, seguro que habéis visto sus diseños en diversas películas y series, tanto de época como contemporáneas. Desde producciones patrias tan conocidas como 'Velvet' o 'Hispania' hasta películas de culto como 'Plenilunio' o 'Nadie conoce a nadie'. También recibió una nominación a los premios Goya por su trabajo de diseño de vestuario en la película 'Días contados', de Imanol Uribe.
La vida breve y el trabajo intenso
La experiencia en 'La vida breve' ha sido muy intensa; ha sido muy bonito de hacer, pero también muy dificultoso. Es una época muy complicada de vestuario porque además es un período corto de la historia, la transición del barroco al rococó, al que además había que dar un tono de comedia, abriendo un poco la mano pero sin pasarse, contando una época pero también jugando con ella, dándole un toque teatral. Ha sido muy interesante.
Por norma general, las series con un trasfondo histórico suelen ser más "serias", por así decirlo, intentando recrear verazmente el momento histórico que reflejan. 'La vida breve', sin embargo, es una comedia bufa, y eso ha de estar reflejado también en los personajes a través de su vestuario.
Nosotros primero hacemos un trabajo global de cómo es todo el proyecto y de cómo se va a contar visualmente eso. Obviamente, en este caso no es un trabajo historicista, sino que jugamos con lo que nos interesa de la época y se lo adjudicamos a cada personaje.
Por ejemplo, el personaje de Felipe V es absolutamente barroco, jugando con los claroscuros e incluso marcando una cierta decadencia, en el momento en el que empezaba su declive. Y también jugamos con el rococó francés, tomándonos algunas licencias pero jugando con los elementos históricos de los que disponemos para dar vida a nuestros personajes.

El trabajo de documentación que un diseñador de vestuario ha de realizar, sobre todo cuando se trata de dar vida a los personajes de una serie de época, es hercúleo: una madriguera de conejo en la que cuanto más te adentras, más quieres saber.
Para realizar el trabajo de 'La vida breve', Helena se ha inspirado en toda la documentación que ha podido llegar a sus manos, sobre todo en la pintura. Aunque es vox populi que los retratos de los soberanos de la época eran muy benévolos con ellos, los retratos reales han servido para poder observar los colores, los tejidos, las formas y los cortes de los vestidos de la época. Han contado así mismo con un asesor histórico que, aunque no esté especializado en indumentaria, aporta muchísima información sobre el contexto.

El diseño de vestuario es una pieza indispensable a la hora de definir cómo es un personaje de una ficción: cómo se mueve en el espacio, por ejemplo, algo que viene definido por las prendas que viste (no es lo mismo moverse cuando lleva un corsé que cuando no lo lleva). En este caso, Helena y su equipo han intentado ser lo más rigurosos posible:
He puesto corsés a todas las mujeres de la serie, desde las protagonistas hasta la última figurante, cuando lo requería, y ha sido un trabajo muy costoso, tanto a nivel de tiempo como a nivel personal para ellas a la hora de llevarlo: es una prenda incomodísima que hay que llevar durante muchas horas de rodaje. Además, cuesta mucho colocarlos porque son prendas que se abrochan por detrás, no por delante: no se pueden quitar y poner como los corsés de 1900. También las chalinas y los puños eran muy dificultosos de poner y que hemos querido colocar tal como se hacía en la época, dando vueltas y vueltas.
Hemos intentado mantener esas cosas tal y como eran entonces, y también hemos jugado con bloques de color y con unos volúmenes quizás un poco excesivos para la época.

Tanto Cristóbal Garrido como Adolfo Valor, los showrunners de la serie, tenían mucha información que nos han transmitido y tenían muy claro también hacia dónde querían ir. Hemos tenido un estupendo equipo de producción que nos ha apoyado en todo, y eso ha hecho mucho más fácil el trabajo, aunque ha sido "una gran trabajera".
El trabajo ha durado meses: nosotros empezamos a preparar en octubre y a rodar en enero, y aun así nos faltó tiempo, porque son muchos trajes. Aunque ha sido un trabajo muy disfrutón, hemos sufrido mucho: es un vestuario que pesa mucho, hemos rodado en invierno, pero he disfrutado muchísimo viendo todo lo que hemos hecho.

Preguntamos a Helena por su personaje favorito en la serie después de haberlos vestido a todos, pero realmente es como preguntar si quieres más a mamá o a papá. Si tiene que elegir, se queda quizás con el personaje de Serrano, interpretado por Héctor Carballo, aunque es uno de los más sobrios, y por supuesto con el lujo que ha sido trabajar con Leonor Watling, que interpreta a Isabel de Farnesio.
La confección nueva de los trajes ha sido para los cuatro protagonistas: las dos reinas (Luisa Isabel de Orléans e Isabel de Farnesio) y los dos reyes (Luis I y Felipe V), mientras que para el resto de personajes se ha jugado con stock de dos sastrerías (Peris Costumes y la sastrería Cornejo), mezclando las dos casas.
El arte de hacer que los personajes hablen a través de su ropa
Hablamos con Helena, también, ya sobre su trabajo en general y sus próximos proyectos, entre los que se encuentra una película más de época. Aunque una buena parte de su curriculum se centra en producciones históricas, también ha trabajado el contemporáneo, y lo define como algo "muy difícil y poco valorado".
Siempre tiene mucho más reconocimiento la época y a ese nivel es más agradecido. Pero el contemporáneo es muy interesante porque al final todos nos vestimos todos los días, y crear personajes en ese sentido, que es lo que a mí me gusta hacer, quizás es incluso más difícil.
Todos nos vestimos todos los días, y a ti, cuando se te acerca una persona, lo que filtras es cómo va vestido. Analizas a las personas por lo que llevan puesto: desde un uniforme, hasta saber cuál es su clase social. Todo cuenta y todo es importante.
El diseño de vestuario permite a los personajes hablar y transmitir a través de su ropa, sus accesorios, sus complementos, siendo una parte inherente de ellos. Por eso es importante dar valor al trabajo de los diseñadores de vestuario.
Hasta el 1 de marzo podéis disfrutar de la exposición del diseño de vestuario de 'La vida breve' en el hall del Espacio Movistar en Madrid (C/ Gran Vía, 28) donde podréis ver 13 piezas del vestuario original de Helena Sanchís y la colaboración de Ana Locking.
Imágenes | Movistar+ Plus
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