Cuando el frío llega a nuestras vidas hay que cambiar el chip deprisa y corriendo. Los días de leer en la playa o la piscina son sustituidos por tardes eternas de sofá, manta y tu libro favorito. Ese que hace que las horas vuelen. Para acompañar a este planazo, nada mejor que una taza de chocolate y unos buenos calcetines, de esos apetecibles y calentitos. Y mejor aún, de esos que dejan claro que tú eres más de leer que de comer, dormir o cualquier otra actividad que no conlleve literatura.
Los calcetines son el espejo del alma: si tienen pelotillas eres descuidado, si son de correr es que eres un espíritu libre. Y si eres de los que lee y relee una y otra vez sus libros favoritos y tiene las portadas forradas para que no se estropeen, ¿qué calcetines te pones? Aquí tienes nueve propuestas que todo ratoncito de biblioteca adorará.
Este original diseño asímetrico muestra en un lado los títulos de los libros prohibidos más famosos de la historia y, en el otro, los mismos nombres tachados. Una oda al levantamiento de la censura literaria, para los pies más reivindicativos y rebeldes.
Si quieres llevar tu admiración por Sherlock Holmes más allá de los millones de libros, películas y series que hay sobre el detective, da un paso más allá. O dos. O cientos de ellos. Da todos los pasos que quieras, siempre que lleves en tus pies a la estrella de Arthur Conan Doyle.
Estos son lo que se llaman unos calcetines de autor, perfectos para sacar la Jane Austen que llevas dentro. Si Orgullo y prejuicio cambió tu vida y viviste los romances de Emma como si fueran los tuyos, date un capricho con estos calcetines, cita de la autora incluida: "Declaro que, despues de todo, no hay mayor entretenimiento que leer".
Puede que hayas leído El Principito un millón de veces. Puede que lo leyeras de pequeño y al volver a hacerlo descubrieras una historia completamente diferente a la que entendiste en su momento. Ahora, con tu madurez y conocimiento nuevo del mundo, puedes lucir estos calcetines para recordarte a tí mismo que solo se ve bien con el corazón.
Sabemos que tu carta de Howgarts se debió perder y jamás llegó, de la misma forma que tú sabes, muy en el fondo, que eres un ser mágico. Por eso luce orgulloso con estos calcetines los colores de tu escuela, con el escudo del Colegio de magia y hechicería incluido. ¡Qué no te tomen por muggle!
"Un domingo por la mañana, el sol caliente salió y ¡pum! del huevecillo una oruga muy pequeña y hambrienta salió". Si la infancia de muchos tuviera que comenzar con una frase, sería el nacimiento de la oruguita de cara roja que comía sin medida para saciar su hambre. Después se metió en su capullo, y mientras esperamos que salga nos podemos contentar con llevarla en nuestros pies muy cerquita de nosotros con este genial diseño.
El verdadero ratón de biblioteca recibe este mote más como un cumplido que como un insulto. ¡Adoro leer, y a mucha honra! Por eso, para los lectores ávidos orgullosos de serlo, estos calcetines con la palabra Bookworm ilustrada a tamaño XXL les permitirán ahorrarse bromas y chascarrillos. "Sí, ya sabía que era un ratón de biblioteca, lo pone en mis calcetines."
Estos calcetines están inspirados en El conde de Montecristo, y en todo el tiempo que el pobre Dantès pasó encarcelado, aburrido como una ostra y contando los días para salir. Tú también puedes contar los días mientras esperas a tu Abate Faria. O simplemente lucir este diseño en honor a la maravillosa obra de Dumas, lo que prefieras.
Otros calcetines de autor, concretamente de Edgar Allan Poe. Con una vida complicada y muy movidita, Poe se las arregló para convertirse en la cara del Romanticisimo más misterioso y oscuro. Te sugerimos que releeas El cuervo por enésima vez mientras llevas este diseño de polka dots con la cara del señor Poe, será una experiencia cuanto menos extraña. Tanto como él.
Fotos | Out of print, Sock drawer, Nerdimports, Sock dreams.
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