Parece increíble que hace unos años el agua micelar no formara parte de nuestra rutina de belleza, pero cualquier persona que la haya probado te dirá que no puede vivir sin ella.
Por eso, si formas parte del club de las que todavía no han descubierto las bondades del agua micelar, no te preocupes, desde Cuidado Nivea te vamos a explicar por qué se ha convertido en un imprescindible en todos los neceseres beauty.
La regla de la doble limpieza del rostro
El estrés, las prisas, el trabajo, los horarios, las obligaciones familiares, la vorágine de la vida... Son muchas las responsabilidades y muy poco el tiempo que te queda para cuidarte. Pero eso no quiere decir que no vayas a hacerlo. La clave, probablemente, la tengas en hacer un simple cambio de cosméticos. ¿Cómo? Empecemos por el principio.
Si hay una regla que todas tenemos clara, en relación con la rutina de cuidados cosméticos, esa es la de la doble limpieza diaria del rostro, de manera rigurosa y sin excepción.
No te contamos nada nuevo si hacemos hincapié en la importancia de limpiar la piel por la mañana, a primera hora, antes de aplicarte cualquier tratamiento específico y de maquillarte. Como también se debe reiterar la importancia de repetir el proceso por la noche, antes de irte a dormir, para retirar cualquier resto de residuo, tanto cosmético como ambiental, que pueda interrumpir el proceso de regeneración de tu piel.
En este punto, en el que la teoría te la sabes de memoria, y lo que cuesta es pasar a la acción (por la falta de tiempo o porque la pereza se apodera de ti), es cuando llega la revolución llamada agua micelar.
Agua micelar al rescate
A simple vista y confundidas por su propio nombre, podría parecer que el agua micelar es simplemente agua. Una segunda creencia que se tiene es pensar que pudiera resultar un tanto aceitosa, con lo que no sería apta para todo tipo de pieles. Pero ambas ideas preconcebidas están equivocadas.
El agua micelar pertenece al grupo de cosméticos denominados todoterreno. Con un único producto consigues limpiar, tonificar e hidratar la piel, sin dejarla seca ni aceitosa, por lo que se convierte en la limpiadora perfecta para todo tipo de cutis.
Su éxito reside en la formulación basada en la tecnología micelar. Las micelas son unas moléculas capaces de atrapar la suciedad y el sebo del rostro, aislarlos y eliminarlos de la piel.
Además, es muy fácil y rápida de aplicar. Simplemente, necesitarás un disco de algodón para pasártelo suavemente por todo el rostro y ya está, no es necesario aclarar.
Por si todo esto fuera poco, cabe destacar que un producto como el agua micelar de Nivea no lleva ni alcohol ni parabenos y que, debido a su sencilla forma de aplicación, sin necesidad de aclarar, la piel no entra en contacto directo con el agua, con lo que no hay posibilidad de que se irrite.
Otros usos del agua micelar
Aunque su uso más famoso es como limpiadora o desmaquillante, puedes utilizar el agua micelar en muchos otros contextos, gracias a su fórmula de acción refrescante y calmante.
Por eso es aconsejable que la lleves contigo a todas partes, puesto que es capaz de refrescar o calmar un rostro reseco en cualquier momento del día. Este consejo cobra especial sentido si trabajas en lugares cerrados donde la calefacción y/o el aire acondicionado están en contínuo funcionamiento o si vives en una ciudad cuya contaminación hace que tu piel esté apagada.
Si hay temporadas en las que sientes tu piel estresada, la acción calmante del agua micelar relajará tu rostro al momento. Un uso que también te servirá después de una dura sesión de gimnasio o un intenso día de playa, ya que, por un lado, el agua micelar elimina el sudor y la grasa; y por otro, ejerce una acción refrescante sobre la piel.
Después de saber qué es, cómo se aplica y en qué contextos puedes utilizar el agua micelar, ¿te apuntas al club de las "no puedo vivir sin ella"?
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