La pequeña Riley Kinnane-Petersen tiene siete años y, como a muchas niñas de su edad, le encanta hacerse sus propios accesorios, bisutería y complementos con cosas que coge por su casa. Sin embargo, frente al clásico collar de macarrones, ella se ha convertido en una auténtica diseñadora con línea propia. Little Lux está a la venta en 350 tiendas, incluyendo Barneys New York.
Todo comenzó cuando su padre, John, comenzó a coleccionar abalorios y bisutería que compraba en mercadillos y tiendas de segunda mano, con los que hacía DIY y proyectos para su firma Gunner&Lux. Pronto captó la atención de su hija Riley, que quería participar en las creaciones aportando su creatividad e imaginación. Sus padres siempre le animaron. "La empujamos a pensar por sí misma y a probar con todo".
Cuando todo comenzó, Riley vendía sus collares y pulseras en un puesto de limonada en la puerta de su casa, inspirados en libros, dibujos, animales y películas. Un día su padre posteó en Instagram una foto de sus joyas y, de pronto, la red social se llenó de potenciales clientes que querían comprar los accesorios de Riley.
"Pensé en hacer una oferta con la que se compraran dos collares de Gunner&Lux y se llevaran uno de Riley, pero los de ella se convirtieron en las estrellas de la firma." Así nació la línea Little Lux, con todos sus productos realizados a mano.
A día de hoy Riley no sabe aún lo que quiere ser de mayor, aunque está claro que diseñar está en su punto de mira. Por el momento ella dice "pasárselo genial haciendo joyas con su padre", disfrutando de un hobbie juntos que han conseguido convertir en un negocio con beneficios.
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Fotos | @gunnerandlux.
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