La imagen de nuestras mascotas en tren y metro es cada vez más común, especialmente ahora que permiten los perros grandes en Renfe. Sin embargo, que se haya normalizado no significa que todos los espacios de las estaciones estén pensados por cabezas pet-friendly. Es el caso de las escaleras mecánicas y este accidente nos recuerda la razón.
Las escaleras eléctricas terminan introduciéndose hacia el interior del suelo. Algo que nosotros ya tenemos muy incorporado en nuestro subconsciente y sabemos cuándo debemos salir. Pero los perros que viajan en metro no entienden su funcionamiento y dejan sus patitas posadas en ellas hasta que se las pillan al final.
Este accidente es, según el veterinario Alejo Aristizábal, "muy común". Los dedos y uñas de los perros se cuelan en el interior y tiran para liberarse, provocándose lesiones que "mínimo es la pérdida de las falanges distales", según cuenta el médico en Instagram.
Por eso, el experto recomienda cargarlos en mochilas porta perros o en brazos siempre que los queramos subir en una escalera eléctrica, sin importar el tamaño. Si es muy grande y no podemos con él siempre podemos usar las escaleras normales y así ahorrarnos accidentes tan desagradables como el de este peludito.
Fotos | Pexels, @alejoaristizabalmvz.
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