Sandía, un persa de color grisáceo que de seis años y Canela, un birmano de tres años también con el pelo largo, son los gatos de Silvia. “Vivo sola con ellos en un estudio pequeño y son lo único que necesito”, afirma.
“Nunca había tenido gatos, pero un amigo tenía a su gata embarazada y Sandía me llegó de improvisto”. Después de adoptarla, Silvia descubrió que no sabía nada de nada de gatos. “Tenía mogollón de ideas preconcebidas sobre cómo sería tener un gato”. Y es que hay verdades que la gente no te cuenta (lo mismo ocurre cuando adoptas un perro) y que se descubren a la fuerza.
Los gatos persas como Sandía son una raza muy especial. Te contamos de dónde vienen, cuáles son sus características según los expertos de Hill's Pet, y cómo cuidarlos.
El origen del gato persa
Aunque el origen del gato persa no está del todo claro, llegaron a Inglaterra en el siglo XIX desde Turquía, principalmente desde el Imperio Persia (ahora Irán), pero fue en Italia cuando se registró su pedigree en el siglo XVII. Su pelaje largo le hacía un animal muy deseado por la aristocracia y a día de hoy, es uno de los gatos más populares del mundo.
Cómo es un gato persa
Se caracteriza por su pelo largo y suave (denso en su manto inferior) y por tener la cabeza redonda y ancha con unas orejas también redondeadas, nariz muy corta y mechones de pelo en la cara. Algunas de las razas de gato persa tienen la cara más aplanada que otras, pero todas comparten esa cabeza redondeada, el pelo largo y la nariz chata.
Con un peso de hasta 7 kg en machos y 6 kg en hembras, este gato de tamaño mediano-grande puede encontrarse en infinidad de colores que van desde el blanco al negro pasando por cobre, gris, crema o incluso tonos lavanda.
Como cualquier gato, tienden a ser independientes si los comparamos con los perros, pero siempre están dispuestos a los mimos con sus dueños. Aunque la inteligencia de los gatos sigue siendo un misterio para la ciencia, sí podemos afirmar que son tranquilos y se adaptan perfectamente a cualquier piso o casa.
Cómo cuidar de un gato persa
Como ya te explicamos en este artículo sobre la higiene y aseo de los gatos, es importante mantener un buen cepillado del pelaje, sobre todo con esta raza que tiene pelo largo. Evitaremos enredos, localizaremos parásitos como pulgas y garrapatas y nos ayudará prevenir las bolas de pelos que pueden acumularse en el estómago de los gatetes. En este caso, es necesario un cepillado diario que podemos hacer con guantes o con un peine dentado de metal.
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Contar con un rascador para el cuidado de sus uñas y tener una buena higiene dental con un cepillado 3 ó 4 veces por semana con un producto específico para el cuidado de la boca de los gatos, es vital para evitar problemas en el futuro.
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Necesitan moverse para evitar ganar peso, podemos aprovechar cualquier rincón de casa para conseguirlo con uno de estos “árboles rascadores” en los que el gato suba y baje.
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Cinco curiosidades de los gatos persas
La primera curiosidad es que se trata de una de las razas de gatos más grandes. Si adoptas un gatito puede que pienses que es una pequeña bolita de pelo, pero como te comentábamos antes, los machos pueden alcanzar un gran peso para un felino, según la tienda veterinario Barakaldo.
En cuanto a su historia, existe un dato muy interesante y es que en la antigüedad eran usados en los trueques por su belleza y su tranquilidad como animal de compañía. Siempre han estado relacionados con la riqueza a lo largo de la historia.
La tercera curiosidad es que son extremadamente tranquilos. “Compré a Sandía varios juguetes para que saltara sobre ellos y jugara y los tuve que regalar porque pasaba”. Silvia descubrió algo que confirman en la clínica Veterinarium y es que el gato persa no tiene instinto de caza porque la raza se ha criado en interiores.
Es la raza es la mas común entre los gatos con pedigree. Según la veterinaria María J Cabeza un gato tiene pedigree cuando “su árbol genealógico se remonta a 4 generaciones o más de miembros inscritos, todos de la misma raza, en el registro genealógico correspondiente.”
Y un bonus cinéfilo extra: su papel en el cine. Ernst Stavro Blofeld (también llamado número 1), el villano de James Bond en Desde Rusia con amor, tiene en sus brazos un persa blanco, tal y como puedes ver en el vídeo justo encima de estas líneas. Otra estrella de cine es Bola de Nieve, también un gato persa y la némesis del protagonista en la película de Stuart Little.
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