Anoche las redes sociales se inundaban de una noticia que a cualquier persona que busque igualdad, le hizo sonreír un poquito: Luis Rubiales dimitirá este viernes como presidente de la federación.
Han pasado cinco largos días desde que un beso no consentido empañara la victoria de la selección española de fútbol femenino en un mundial que cambiaba para siempre ese deporte en nuestro país. Pero la noticia extradeportiva no fue que la reina Letizia botase entre las jugadoras en el campo. Los titulares los copaba un hombre. Luis Rubiales.
El resumen que necesitas para no perderte con el beso de Rubiales
Para quien aún no sepa de qué va todo esto, haré un brevísimo resumen para ponernos en situación. El pasado 20 de agosto de 2023 la selección española de fútbol femenino hacía historia al conseguir proclamarse Campeonas del Mundo. Tras la victoria, y durante la recogida de premios, Luis Rubiales besaba sin su consentimiento a una de las jugadoras, Jennifer Hermoso.
Después de que (con razón), el mundo pusiera el grito en el cielo, Rubiales salía en un vídeo “disculpándose” por si su comportamiento había “ofendido a alguien”. Unas disculpas que no lo eran y que fueron su forma de eximirse de toda la responsabilidad por un acto que había cometido él y del que solo él es responsable. La cosa seguía, sabiéndose por ejemplo que habían hablado con Hermoso y con su familia para que el comunicado fuera conjunto.
El Consejo Superior de Deportes (CSD) recibía tres denuncias sobre el caso, las jugadoras de la selección opinaban, el Presidente del Gobierno pedía que Rubiales diera un paso más y Yolanda Díaz hablaba aún más claro y pedía su dimisión. Se generaba un debate casi de estado entre quienes consideran que es “fruto de la euforia del momento” y quienes lo vemos como una agresión sexual, ya que no existía consentimiento por parte de Hermoso y Rubiales estaba haciendo uso de su poder con este acto.
Muchos se escudaban en que la negativa a pronunciarse de Hermoso era una forma de quitarle hierro al asunto. Hasta el día 23 en el que la asociación Futpro, que representa a la futbolista, condenó el beso y pidió “medidas ejemplares”. Exigió en un comunicado al CSD que interviniera y pidió a la federación que vele por los derechos de las jugadoras tras el beso no consentido del presidente.
El beso seguía protagonizando portadas de medios generalistas y de periódicos deportivos como el AS, que se cubría de gloria responsabilizando a Jenni (la víctima) del futuro de Rubiales (el agresor).
Pues bien, después de todo parece que veremos lo que el mundo del fútbol necesita: la dimisión de Luis Rubiales. ¿Movido por su propia conciencia o por haberse dado cuenta de que su conducta fue intolerable? Me temo que no. Movido por la apertura este jueves de un expediente disciplinario por parte de la FIFA no solo por el beso, también por sus gestos obscenos en el palco durante las celebraciones por el Mundial femenino. De hecho, su comportamiento podría, en palabras de la FIFA, violar los artículos 13.1 y 13.2 de su Código Disciplinario, que hacen referencia al comportamiento ofensivo y violaciones de los principios del juego limpio e incluyen violar las reglas básicas de conducta digna o comportarse de una manera que propicie mala reputación al fútbol o a la FIFA.
La intención de Rubiales no era dimitir, eso ha quedado más que claro en estos cinco días. De hecho es sabido que buscó cualquier estrategia legal que bloqueara un intento de inhabilitarle. Salió mal.
Qué pasará con Rubiales durante la Asamblea
Aunque el círculo más íntimo de Rubiales sabe que dimitirá en la mañana del viernes 25 de agosto de 2023 a las 12 de la mañana, cinco días después del beso no consentido a Hermoso, se hará oficial tras la asamblea.
Primero se lo dirá a los barones regionales. Después al resto de miembros de la asamblea convocados de manera extraordinaria. Recordemos que no se trata de una institución pública, sino de una asociación privada de utilidad pública.
Rubiales no se irá con la cabeza gacha (quizá sigue convencido de que ha sido todo fruto de las feministas, que somos unas exageradas). Busca irse de la federación arropado por los miembros que aún le apoyan, pero lo cierto es que muchos ya no lo hacen. Los clubes profesionales no acudirán a la asamblea, así como algunos presidentes de federaciones territoriales, como Javier Landeta.
Qué pasará después de la asamblea
Una vez que Rubiales dimita, la Real Federación Española de Fútbol tirará de estatutos para dar los siguientes pasos. “Si el Presidente cesara por causa distinta a la conclusión de su mandato, la Junta Directiva se constituirá en Comisión Gestora presidida por el vicepresidente más veterano. El que resulte elegido ocupará el cargo por tiempo igual al que restase por cumplir al sustituido”. Así se lee en los estatutos.
En 2024, año olímpico, será cuando llegarán las elecciones y mientras, una Comisión Gestora se encargará de todo, presidida aparentemente por uno de estos tres hombres, el presidente de la territorial valenciana, Salvador Gomar; el de la andaluza, Pablo Lozano; o el de la extremeña, Pedro Rocha. La intención es que las elecciones se produzcan después de los Juegos de París de 2024.
Ojalá todo esto del beso no consentido sirva para que reflexionemos sobre un deporte que nos excluye y sobre cómo el machismo, el sexismo y el patriarcado, sigue atenazando a nuestra sociedad hasta en los momentos que deberían ser de felicidad absoluta. Como la victoria de nuestra selección española de fútbol femenino. Ojalá la próxima vez que una mujer logre algo de estas dimensiones, sea ella quién ocupe la portada de los periódicos y no un hombre. Ojalá.
Fotos | GTres
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