Aunque Antonina Rodrigo escribiera el libro ‘María Lejárraga, una mujer en la sombra’ en 1994 y Laura Hojman dirigiera el documental ‘A las mujeres de España. María Lejárraga’, que optó al Goya a mejor documental del año 2022, María sigue siendo un misterio para muchos.
Tal vez no te suene el nombre de María de la O Lejárraga García. Como pasa en muchas ocasiones a quien realmente se conoce en la historia es a su marido, Gregorio Martínez Sierra, un reputado dramaturgo y escritor. Pero María Lejárraga es la verdadera protagonista de una historia que merece ser contada. Y hasta aparece Walt Disney en ella.
La mejor dramaturga española, escondida bajo su marido
Hasta hace poco se creía que Gregorio Martínez era el autor de las obras firmadas con su nombre. Cómo no pensarlo. Es más, la Biblioteca Nacional asegura que es autor de 92 obras, incluida la famosa novela “Canción de cuna”. Tal fue el éxito, que se llevó al cine hasta en cinco ocasiones y la película de José Luis Garcí basada en la obra llegó a ser candidata española al Oscar. Pero lo cierto es que no fue él, sino su mujer la verdadera autora prácticamente todas sus obras, aunque aún podamos encontrar las ediciones de este clásico del siglo XX bajo el nombre de Gregorio y no de María.
María Lejárraga nació en San Millán de la Cogolla en 1874 y estudió en la que es considerada cuna del primer feminismo español, la Asociación para la Enseñanza de la Mujer. Se formó como maestra porque estaba convencida de que el progreso social y el avance solo pueden conseguirse mediante la educación. Ejerció como profesora durante 10 años, pero además y sobre todo, en su vida fue feminista, dramaturga y política.
Su trabajo como escritora fue invisibilizado y obligada a firmar sus obras bajo el nombre de su marido después de hacer un trato con él. Pero por el hecho de ser mujer y a pesar de que es posiblemente la escritora de teatro más prolífica de la historia de España, su nombre parece oculto. Vanessa Montfort escribió en ‘La mujer sin nombre’ sobre ella, o como ella misma explica, sobre “la primera dramaturga de España, el caso de fraude literario más importante de nuestro país”. Y es que aunque era una escritora brillante, el mérito era de su marido. Eso sí, como explica Isabel Lizarraga en su libro Luz ajena. El enigma de María Lejárraga, en el mundillo del teatro todos sabían la verdad y a nadie le extrañaba que ella escribiera y él se llevara las alabanzas, los focos y las fiestas.
En 1916 María comenzó a publicar escritos feministas como “Cartas a las mujeres de España” o “Feminismo, feminidad, españolismo”. Él se metió tanto en el papel de autor que en 1917, en el teatro Eslava, dio un discurso sobre feminismo porque “la cuestión de la mujer” de la que tanto se hablaba en esa España que comenzaba a cambiar, era un tema recurrente en “sus textos” periodísticos.
En su época, María pronto se convirtió en una intelectual y llegó a ser diputada en la Segunda República hasta que Franco llegó al poder y tuvo que huir a Francia. Por aquel entonces María y Gregorio ya no estaban juntos. En su momento más glorioso, él fue infiel a María con la actriz Catalina Bárcena, llegando incluso a tener una hija con ella. Gregorio deja a María después de que nazca la hija que tuvo con su amante y se marcha a Estados Unidos, pero María sigue escribiendo bajo su nombre porque en aquella época una mujer no podía darse a conocer como escritora.
Exiliada en París, sola y sin dinero, María llegó a vender su máquina de escribir por pura necesidad. En 1947, la hija de Catalina y Gregorio reclama los derechos de autor de su padre después del fallecimiento de éste y se los dan, claro. En ningún sitio constaba María, que sigue sin dinero a pesar del éxito de sus obras. Es ahí cuando decide empezar a publicar con su nombre, pero usando los apellidos de su marido, María Martínez Sierra.
El día que Walt Disney robó a María Lejárraga
En 1951, María intentó probar suerte para vender uno de sus cuentos a Walt Disney como idea de una película. Le mandó el cuento “Merlín y Viviana”, pero Walt se lo devolvió. Trataba sobre una gata aristócrata y un perro callejero que se enamoraban. ¿Te suena? Cambiemos ligeramente la historia y que en lugar de una gata y un perro, fueran dos perros.
“La dama y el vagabundo” se estrenaba dos años más tarde con la idea original de María. En una carta, la escritora confesaba lo amargo de ese momento vivido de nuevo en el que una vez más, era olvidada y condenada a vivir entre las sombras y sin ser siquiera recompensada por ello.
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Fotos | ‘A las mujeres de España. María Lejárraga’, ‘La dama y el vagabundo’ (Disney)
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