Blossom siempre fue una visionaria, y la actriz que la interpretaba Mayim Bialik también. Licenciada en Neurociencia, este genio tiene mucho más que ver con su personaje Amy Farrah Fowler de lo que parecía. Por su cabeza brillante y por su habilidad para decir lo que piensa de forma clara y concisa. En este caso para dejar claro que usar términos como "chica" o "mujer" puede marcar mucho la diferencia.
Con este vídeo tan rompedor y sincero, Mayim Bialik denuncia el uso de palabras que hagan a las mujeres más pequeñas que los hombres de forma inconsciente, como es el caso de "chica". Lo que la actriz dice es que referirnos a una mujer hecha y derecha como "chica" no hace más que cambiar nuestra percepción y restarle peso en nuestra mente.
"Voy a ser molesta ahora mismo, porque voy a hablaros de algo de lo que la mayoría de la gente no quiere hablar. Hace poco estaba en un bar con dos amigos de unos 40 años. Uno le dijo al otro 'mira a la chica sentada en la barra, es preciosa'. Y yo empecé a mirar alrededor preguntándome quién habría dejado entrar en un bar a una niña.
Entonces me di cuenta de que cuando él dijo 'chica', quería decir 'mujer'. Pero como se encuentra en ese rango de edad entre 5 y 50 años, no sabemos cómo llamarla. Así que la llamamos 'chica'. Lo siento amigos, pero tengo que hacer esto. Tenemos que dejar de llamar a las mujeres 'chicas'.
¿Por qué? Porque importa lo que llamamos a las personas. El lenguaje importa. Las palabras tienen significado y la forma que tenemos de usarlas cambia nuestras percepciones mentales. Buscad en Google Sapir-Whorf si no me creéis. Es ciencia.
Así que cuando usamos palabras para describir a mujeres adultas que típicamente se usan para mujeres jóvenes, cambia la forma que tenemos de ver a las mujeres. Incluso inconscientemente. No las igualamos a los hombres adultos. De hecho, implicamos que son inferiores a los hombres, incluso si no es lo que la mayoría de personas pretenden hacer. Las palabras tienen un impacto en nuestro inconsciente.
Un ejemplo: nunca le dirías a nadie 'pregúntale al chico del banco si el notario está aquí' (si el chico es un señor). Nunca llamamos 'chicos' a los hombres porque es humillante y degradante.
Hay mujeres a las que no les importa ser vistas como más pequeñas, porque piensan que los hombres deberían estar al cargo y ellas ser tiernas y delicadas. Por supuesto que las hay, y también hay todo tipo de hombres y mujeres, y eso está bien. Pero a esas mujeres les diría lo siguiente: hay una cosa que ocurre cuando crecemos en una sociedad patriarcal como esta. Comenzamos a creer que las cosas son así porque tienen que ser así. Empezamos a aceptar los prejuicios y juicios que se atribuyen a las mujeres desde tiempos históricos, cuando no éramos respetadas o aceptadas en la esfera social.
Los términos que usamos para las mujeres son anticuados e insensibles. Una consecuencia de asumir una estructura de poder en la que los hombres están en la cima y las mujeres abajo del todo. Y en determinados países y zonas del mundo esta forma de pensar ha persistido durante mucho más tiempo del que debería. Ahora sabemos hacerlo mejor. Depende de nosotros el cambiar esta narrativa.
A aquellos que llamáis a las mujeres 'chicas', os diré lo siguiente: se que vuestras intenciones son buenas, pero espero que seáis capaces de ver el impacto impremeditado y negativo que vuestras palabras pueden tener.
Si estáis confusos y no sabéis si debéis llamar a alguien 'mujer' o 'chica', dejadme ayudaros. Decide si el ser humano que tienes delante es una chica. Indicaciones de que podría ser una mujer son una educación superior, un trabajo, un coche con seguro, una hipoteca, una casa a la que puede llamar la suya o un buen sueldo. Las chicas suelen tener menos de 18 años y vivir con sus padres. Ser una madre es un indicativo muy fuerte de que alguien es, de hecho, una mujer.
Lo que necesitamos comenzar a hacer, como mujeres y como personas que no son mujeres pero conocen y aman a mujeres, es corregir de forma constante, educada y amable a las personas que llamen a las mujeres 'chicas'.
He encontrado algunas formas de hacerlo que hacen que la gente me odie cuando me marcho, pero que a la cara parecen ser muy receptivos. Cuando alguien se refiere a una mujer como 'chica' y o se que es una mujer, lo digo. Algunas veces digo cosas como 'tiene un trabajo a jornada completa y 150 personas en plantilla, estoy bastante segura de que es una mujer' y sonrío. Porque consigues mucho más con una sonrisa. O si alguien me dice 'tu publicista es una chica genial' yo contesto 'es la COO, eso la convierte en una mujer'.
Quién sabe. Quizá si comenzamos a usar lenguaje que eleve a las mujeres y no las convierta en cosas pequeñas, dulces y tiernas, empezamos a tratarlas como algo más que eso. El lenguaje sienta expectativas. Esperemos nosotros mismos tener más mujeres que se comportan como personas responsables y maduras. Así alentaremos a las mujeres a seguir siendo esos seres complicados, maravillosos, únicos y talentosos que son."
Esta importancia del lenguaje que remarca Mayim Bialik nos ha dado mucho que pensar. Puede que muchos hayamos caído, sin darnos cuenta, en este uso de palabras que denuncia la actriz, y sin ninguna mala intención. Hayamos o no llamado "chica" a una mujer y hecho con ello que se sintiera inferior, lo importante ahora es aprender de lo este vídeo para poder tenerlo en cuenta la próxima vez.
Fotos | Youtube.
En Trendencias | Más empáticas y con más estabilidad, así son las empresas dirigidas por mujeres (y podría ser el mundo si se rompiera el techo de cristal).
Ver 5 comentarios