El de Naomi Osaka es el nuevo nombre de referencia en el mundo del tenis. Algunas grandes cabeceras ya apuestan por ella como la nueva reina de este deporte y se preguntan si será ella que la que más destaque en este deporte durante los próximos años. Sobre todo, después de que se coronara este sábado como la ganadora del Abierto de Australia, consiguiendo así su cuarto título de Grand Slam (es decir, los cuatro grandes torneos del circuito internacional organizados por la Federación Internacional). Lo ha hecho, además, a los 23 años.
Considerada como la sucesora de Serena Williams, la japonesa ha ascendido, tras su última victoria, a la segunda plaza de la Clasificación de la WTA (un ranking mundial de tenistas profesionales femeninas que publica la Women's Tennis Association), aunque de momento sigue lejos de la líder Ashleigh Barty. Eso sí, ha llegado a ocupar el primer puesto en individuales, siendo la primera jugadora asiática en lograrlo. No obstante, su carrera trasciende pistas y las firmas deportivas se la rifan.
Ganadora por partida doble de los Abiertos de Australia y Estados Unidos, la revista Time la incluyó en su lista anual de las cien personas más influyentes del mundo en 2019 y 2020. Este último años, además, Forbes la eligió como la deportista femenina con más ingresos anuales de todos los tiempos. Y es que gracias a sus resultados, personalidad honesta y origen multiétnico es la octava atleta (independientemente de su género) con más ingresos por patrocinio, también según Forbes.
Nacida en Japón, su padre es haitiano y su madre nipona, aunque ha vivido y entrenado en Estados Unidos desde los tres años. No obstante, renunció a la ciudadanía estadounidense al alcanzar la mayoría de edad ya que la ley japonesa no permite la doble nacionalidad.
Se estrenó en torneos profesionales con 15 años y, desde entonces, su trayectoria ha sido ascendente, llegando a derrotar en una final a la mismísima Serena Williams. Tenía 20 años y esa victoria le otorgó también el título de primera tenista japonesa en la historia en ganar un torneo de Grand Slam en la categoría individual.
Los expertos la han descrito como una jugadora de línea de fondo agresiva con un poderoso golpe que puede alcanzar los 200 kilómetros por hora, lo que la convierte en una de las diez sacadoras más veloces en la historia de la WTA. Ella, sobre todo, ha declarado en entrevistas trabajar la mente para mejorar su rendimiento y cometer, así, menos errores.
Aunque ha expresado que es tímida y le cuesta "lidiar con la fama", prefiriendo vivir en el anonimato. Por otro lado, en la práctica ha protagonizado múltiples campañas con marcas como Nike, Levi's o Louis Vuitton.
En su país de origen levanta tantas pasiones que tiene hasta su propio cómic manga. Ella ha aprovechado su influencia para apoyar públicamente al movimiento Black Lives Matter. Lo hizo durante el US Open que ganó, luciendo un nombre diferente de una víctima afroamericana de violencia policial. Una reivindicación que, en declaraciones de la propia Osaka, la motivó a ganar más partidos para poder mostrar más nombres.
Podríamos decir que lo tiene todo de su parte: talento, personalidad e imagen. Osaka exuda aspiracionalidad. Por eso la hemos visto en portadas de las revistas de moda más importantes, front row de desfiles de moda y superar los dos millones de seguidores en Instagram, donde siempre aparece impecable. Incluso en lo personal se puede encontrar otro detalle representativo de lo cool de la época y es que mantiene una relación sentimental con el rapero Cordae. Esto es solo el principio.
Fotos | @naomiosaka