El pasado 29 de noviembre se cumplieron 20 años de la muerte del actor Cary Grant. Veinte años en los que siguiendo esa absurda e innecesaria manía hollywoodiense de encontrar “herederos en la pantalla” de las estrellas más célebres, nos han intentado vender a Hugh Grant y a George Clooney como “el nuevo Cary Grant”. Y, en realidad, ni ellos, ni ningún otro, han conseguido sustituirle. Tampoco hacía falta.
Genial tanto en el drama como en la comedia, además de por su dotes interpretativas, ha pasado a la historia por su carisma, su atractivo físico y su elegancia al vestir, dentro y fuera de la pantalla. Todo un gentleman hecho a sí mismo.
Primera regla de la elegancia, al menos de la elegancia formal: cumplir siempre con las normas de etiqueta. Segunda: cuidar los detalles. Cary Grant cumplía ambas. Siempre vestido según exigían las circunstancias, perfectamente aseado y peinado, también le gustaba perfumarse, solía hacerlo con Acqua di Parma.
Tener un buen porte e ir hecho un pincel es algo de lo que presumen muchos hombres, aunque sean pocos los realmente elegantes. Por eso, si se quiere destacar dentro del estilo clásico, los detalles son fundamentales. Cary Grant es el claro ejemplo de que la elegancia clásica no tiene por qué ser aburrida y uniformada. No basta ir con traje, atreverse con diferentes colores, tejidos y estampados, no limitándose exclusivamente a las gamas de grises y azules, es el primer paso. Saber combinar camisas, corbatas, zapatos y pañuelos, sin caer en la poco original estética de "todo haciendo juego", es la segunda. Y rematar el look con un pañuelo que contraste, una flor natural en el ojal de la chaqueta, o unos gemelos especiales, como en las fotos de arriba, el toque de gracia.
La misma atención requieren los conjuntos sport de todo gentleman que se precie. Zapatos bicolor, calcetines a rayas, y perder el miedo a mezclar colores, no tiene por qué resultar extravagantes. Al contrario, dosificadas, estas opciones son las que han convertido en iconos de la elegancia a hombres como Cary Grant y el Duque de Windsor.
Este puente, si no salís de viaje, o el tiempo no os acompaña en vuestra escapada, aprovechad y alquilaos alguna de sus pelis. Y ya que el post está dedicado a su gusto al vestir, os recomiendo especialmente las que protagonizó bajo la batuta de Alfred Hitchcock. El director inglés es famoso por el interés y el cuidado que ponía en la indumentaria de todos sus personajes, además de haber conseguido algunas de las mejores interpretaciones de Cary Grant.
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