El bizcocho de yogur es el dulce universal más versátil. Perfecto para desayunar, merendar e incluso a modo de postre en las comidas y en las cenas. Un dulce casero al estilo de nuestras madres y abuelas, preparado de forma tradicional.
Lo mejor de esta esponjosa receta es que estamos ante una propuesta muy sencilla de elaborar. No te preocupes si no eres experto en la cocina, el bizcocho no necesita medidas exactas como otros dulces: todo se hace a partir de un vasito de yogur como medida.
Fijaos si es sencillo hacer un bizcocho de yogur que siempre hay que acordarse de las medidas 1, 2, y 3, aplicadas a los ingredientes ordenados alfabéticamente: aceite, azúcar y harina, es decir, una medida de aceite, dos medidas de azúcar y tres medidas de harina. Con este truco, un yogur natural o de limón, un poco de levadura y tres huevos, tenemos todos los ingredientes necesarios para nuestra súper receta.
Elaboración
La elaboración es muy sencilla. Para preparar la masa del bizcocho casca los huevos y colócalos en un bol grande con el azúcar (2 medidas del vasito de yogur). Bate todo bien con una varilla manual (si no tienes varilla, puedes utilizar una cuchara de madera). A continuación, añade el yogur y el aceite al bol. Bate todo de nuevo.
Después, lava el limón y con un rallador, ralla la cáscara encima y mézclalo con la harina y la levadura hasta tener una masa homogénea y sin grumos.
Unta el molde de horno con un poco de mantequilla y espolvoréalo con harina. Vierte la masa del bizcocho en el molde y hornea (con el horno precalentado unos 8-10 minutos) a 180ºC durante 35 minutos sin abrirlo. Cuando esté hecho, apaga el horno, retira el bizcocho y deja que se temple.
Un truco para saber si ya está hecho, clava un palillo y si sale limpio está listo, si sale sucio hay que dejarlo unos minutos más.
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