Con un bajo contenido calórico que no llega ni a las 20 kcal por cada 100 gramos, esta verdura es una auténtica maravilla nutricionalmente hablando. Tiene hidratos de carbono complejos, muy poco aporte de grasas, micronutrientes de calidad como el potasio, magnesio, fósforo y vitaminas del grupo B como la vitamina B6 y el ácido fólico. El calabacín es una de esas verduras que destaca no solo por ser perfecta si queremos cuidarnos, sino porque es tan versátil que aburrirse nunca será una opción.
Aunque el calabacín es una de esas hortalizas que podemos conseguir casi todo el año, lo cierto es que en verano es cuando lo encontraremos en su mejor momento y con un precio mucho más asequible ya que está en temporada. Con él como protagonista te proponemos una cena fácil, saciante y llena de nutrientes que puedes tener lista en solo 10 minutos.
Una ensalada fresca de calabacín, queso feta y nueces
Para preparar esta ensalada de calabacín, queso feta, menta y nueces, comenzamos por lavar y trocear un calabacín pequeño. Podemos usar el mismo pelador que usaríamos para pelar las patatas de una tortilla de patatas. Así quedarán finos, como si fueran unos parpadelle pero de verdura. También podemos usar una mandolina, o incluso un cuchillo bien afilado, pero con el pelador nos saldrán tiras finas y sin esfuerzo. Realmente la única complicación de esta receta es que todas las tiras de calabacín queden del mismo grosor.
Una vez cortado, solo nos queda trocear 100 gramos de queso feta en dados (o desmenuzarlo con las manos) y pelar 8 nueces (pueden ser pecanas o de california). Lavamos y secamos unas hojas de menta fresca que troceamos para aportar ese toque de frescor que tanto apetece en verano y mezclamos todo el calabacín.
Para el aliño, mezclamos el zumo de medio limón, 75 ml de aceite, 35 ml de vinagre de módena, un ajo rallado o picado muy fino y un pellizco de sal y pimienta. El truco que siempre me funciona para hacer un aliño emulsionado es meter todos los ingredientes de la vinagreta en un bote de cristal, cerrarlo y agitarlo como si fuésemos Tom Cruise en la película ‘Cocktail’.
Ahora aliñamos la ensalada de calabacín, feta, nueces y menta y ya tendríamos lista una cena rápida, divertida y deliciosa, perfecta para las noches de verano. Saciante, con una gran cantidad de fibra, grasas saludables y proteínas de calidad, con la que sumamos pocos hidratos pero mucho sabor.
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