El microondas es el rey a la hora de recalentar las sobras en la mayoría de los hogares. Sin embargo, no es un método que saque lo mejor de todos los alimentos... Es el más rápido, sí, pero puede dejar nuestra comida chiclosa y poco apetitosa. Además de que sus paredes muchas veces acaban perdidas de comida y hay que limpiarlo a fondo. Por supuesto, puedes hacer lo que quieras en la República Independiente de tu Casa. Sin embargo, como compartir es de guapas, te vamos a dar mejores alternativas según el tipo de comida.
Fideos, pasta y arroz
Cualquier plato que contenga almidón, como el arroz o los fideos, sea cual sea el plato que lo contenga todos tienen en común una cosa. Y es que es mejor recalentarlos en una sartén antiadherente o en un wok. El microondas tiende a calentarlos demasiado y ponerlos chiclosos. En su lugar, simplemente pon todo en una sartén antiadherente a fuego medio, remueve de forma intermitente y en unos minutos tendrá algo casi tan bueno como recién hecho. Además, la sartén se limpia después en un santiamén.
Pizza, pan, pollo frito, patatas fritas y otros alimentos fritos
Los microondas se cargan la pizza, tanto que es mejor incluso comerla fría. Por otro lado, los hornos tardan demasiado y secan la pizza. Menos mal que existen las freidoras de aire. Y no solo para recalentar pan y pizza. Los restos de comida frita son de los más difíciles de recalentar decentemente. Sin embargo, la freidora de aire es perfecta para meter las sobras de pollo frito, albóndigas fritas, palitos de mozzarella e incluso patas fritas. Nada, hasta la fecha, le hace sombra. Además, solo se tarda unos minutos y la capa exterior del frito debería quedar crujiente, tal y como cuando se cocinó.
Carne y pescado a la parrilla
Los cortes de carne a la parrilla son otro alimento que puede resultar difícil de comer de un día para otro. Pasarlos de nuevo por la parrilla los resecaría demasiado pero podemos volver a dorarlo brevemente en una sartén de hierro fundida caliente y tapada durante no más de un minuto por cada lado. No obstante, para pescados delicados tal vez prefieras utilizar una sartén antiadherente para evitar que la se pegue o se deshaga. Eso sí, hay que tener en cuenta que este tipo de alimentos recalentados nunca estarán tan buenos como recién hecho.
Carne estofada, asada o cocida a fuego lento
Los platos estofados deben recalentarse de forma que imite cómo se cocinaron. Así que, simplemente, caliéntalos a fuego lento durante unos minutos en una sartén antiadherente o de acero inoxidable tapada con un poco de agua o caldo de pollo. El líquido caliente calentará las sobras y les devolverá su jugosa ternura.
Foto de portada | Le Creuset
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