Si eres de esas personas que suele tener antojos de un capricho dulce, te vendrá de perlas una receta como esta de la tarta flor de pasta filo y crema de canela. Y es que es perfecta para, en poco menos de una hora, tener un pastel en la mesa de quitarse el sombrero. Además, para elaborarla solo se necesita un molde que no sea desmontable (la masa final es muy líquida y se puede escapar en el horno), un batido, un pincel de cocina e ingredientes básicos. Bonito a la vista, jugoso y tierno al paladar, no le podemos pedir más a este sencillo postre.
Empezamos pincelando cada lámina de pasta filo con mantequilla derretida. Seguidamente, pincelamos un molde que no sea desmontable de unos 23 cm de diámetro también con mantequilla derretida.
Después, con cada hoja de pasta filo ya pincelada, hacemos una especie de tira doblando varias veces cada lámina en zig zag y vamos colocándola en el molde, del centro hacia los bordes, dándole forma de flor.
Precalentamos el horno a 175 grados y horneamos durante 15 minutos la masa. Una vez pasado el tiempo, para hacer la crema, colocamos en un bol la leche y la canela. Calentamos la mezcla por dos minutos en el microondas o al fuego.
Por otro lado, hacemos una papilla con los huevos, el azúcar y la Maicena. Le añadimos a la mezcla la leche, removemos y la vertemos por encima de la masa, pasándola previamentecon por un colador y volvemos a hornear durante 20 minutos.
Por último, espolvoreamos azúcar glas y disfrutamos de la tarta en frío o caliente, como más os guste.
Molde Redondo Lékué no desmontable 24 cm
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