El ajo es una maravilla culinaria, tanto por los beneficios que aporta al organismo como por el sabor que le aporta a cualquier receta. No obstante, a la hora de incluir este ingrediente en una receta, no todo vale. Hay que saber cómo usarlo correctamente para aprovechar bien todo lo que tiene que ofrecer. Es por ello que es tan importante conocer los errores más comunes que cometemos en la cocina con el ajo, como estos.
Echarlo a la sartén antes de tiempo
Si en cuanto el aceite en la sartén, echas el ajo pensando que es como la cebolla, estás cometiendo un grave error. El ajo se quema muy rápido, se endurece y adquiere un sabor amargo que es desagradable o pierde por completo su sabor en platos que se cocinan durante mucho tiempo. Da igual, el caso es que el ajo se añade al final a la sartén.
Freírlo en aceite demasiado caliente
En relación con el punto anterior, sucede que si el ajo se fríe demasiado caliente, se quema rápidamente. Sobre todo si se corta en trozos pequeños. Además, puede suceder que se queme por fuera y siga crudo por dentro. Para dorar el ajo, es suficiente con calentar la sartén a fuego medio o bajo.
Olvidarse del horno
Al contrario de lo que sucede con la sartén, los ajos enteros pueden hornearse a altas temperaturas. Quedarán impresionantes si chafas un poco el diente de ajo con el lado plano de un cuchillo. Esto hará que las células se rompan y libere su sabor. Además, el ajo se calienta de manera más uniforme.
Excederse
Cuando un ingrediente nos gusta, es fácil pasarse de frenada a la hora de hacer una receta que lo lleva. Hay que llevar cuidado con el ajo en este aspecto porque su sabor es bastante fuerte y, por lo tanto, demasiado ajo puede tapar el resto de sabores de un plato y notarse demasiado.
Utilizar ajo germinado
A todos nos ha pasado alguna vez que hemos ido a echar mano de una ristra de ajos que tenemos en la despensa y nos encontramos con que el bulbo de ajo ha germinado. Cuando esto pasa, el ajo adquiere un sabor amargo más intenso. No obstante, no hace falta tirarlo. Todavía podemos usarlo quitándole el germen antes de cocinarlo.
Almacenarlo de forma inadecuada
El ajo rápidamente madura muy rápido por lo que es importante guardarlo en un lugar oscuro y fresco. Puede ser una olla de barro con tapa o una bolsa de papel. Sobre todo, el ajo no debe meterse nunca al frigorífico.
Foto de portada | Alexander Lyubavin
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