El sodio, junto con el potasio y el cloruro, constituyen el principal grupo de electrolitos del cuerpo, sin embargo como en todos los casos, el exceso de su consumo puede derivar en diferentes efectos negativos para nuestro organismo, sobre todo aquellos relacionados con la presión arterial y afectaciones cardíacas, por ello medir su consumo es sumamente importante para mantener una dieta balanceada, aunque por desgracia los alimentos procesados no ayudan demasiado, ya que son la mayor fuente de exceso de sodio que consumimos, muchas veces sin darnos cuenta, es por ello que puedes contrarrestar los efectos del alto consumo de sodio en tu dieta consumiendo más potasio.
Los efectos de los altos niveles de sodio
Acorde a un estudio de la Asociación Estadounidense del Corazón, alrededor del 98 por ciento de los estadounidenses comen el doble de la cantidad recomendada de sodio, de la cuál una gran mayoría proviene de alimentos procesados. Esta ingesta excesiva de sodio conduce a afectaciones en la salud como hipertensión arterial, lo que aumenta el riesgo de enfermedades cardíacas y accidentes cerebrovasculares. Una ingesta diaria de sal por debajo de 1500 mg por día, puede ayudar a disminuir los riesgos de una afección al corazón.
El potasio: tu arma contra el exceso de sal
Al consumir potasio, nuestro cuerpo naturalmente elimina del organismo sodio a través de la orina. Además, ayuda a reducir la presión arterial al hacer que las paredes de los vasos sanguíneos se relajen. Las dietas altas en potasio son saludables para el corazón y promueven una buena salud en general, y aunque una dieta rica en potasio puede ser útil para reducir la cantidad de sodio en nuestro organismo, esta no es una excusa para consumir cantidades excesivas de sal en nuestros alimentos.
El potasio ayuda a reducir los niveles de sodio en el organismo, pero no es una excusa para abusar de la sal
Los alimentos ricos en potasio
Para ayudar a eliminar el sodio de tu cuerpo, consumir más frutas y verduras como guisantes, plátanos, champiñones, espinacas, tomates, naranjas, kiwis, melones, papas y pasas ayudarán a tener adecuados niveles de sodio, y para apostar por una dieta balanceada, también las carnes rojas, el pollo, pescado, leche y yogur también son buenas fuentes de potasio.
Para evitar problemas del corazón, de retención de líquidos y renales a largo plazo, una dieta baja en sodio y rica en potasio es una gran alternativa.
