"¿Por qué no me duran las parejas?", "¿Por qué no encuentro novia?", "¿Qué hizo que ese chico no quisiera volver a quedar conmigo?", son algunas de las preguntas que algunos chicos nos hemos hecho en algún momento de la vida, cuando no entendemos por qué nos rechazan o no nos eligen. La respuesta es complicada, porque son muchos factores, pero vamos a intentar analizarlos un poco para explicar qué es lo que a la gente le gustaría encontrar en ti al buscar pareja.
¿Soy como quiero ser o soy como quieren que sea?
Esta pregunta que todos podríamos hacernos a nosotros mismos tiene difícil respuesta, porque somos una mezcla de quienes queremos ser y de la imagen que queremos proyectar, jugando con el aspecto y el comportamiento en un difícil equilibrio cuyo objetivo es ser aceptado. Porque somos seres sociales, y quien más, quien menos, todos necesitamos algún tipo de aprobación. Incluso aquellos que buscan una estética transgresora, con muchos tatus, piercings y peinados extremos, diciendo que les importa muy poco lo que piensen los demás, están buscando algún tipo de reacción en los demás, ya sea aprobación, ya sea rechazo, quizás para alimentar una coraza que se crean para evitar tener que someterse a más juicios ajenos (suena contradictorio, pero no es más que evitar el juicio como persona "normal" para provocarlo como persona "extrema").
A lo que iba: todos buscamos aprobación de uno u otro modo porque todos queremos sentirnos queridos, admirados, escuchados y tenidos en cuenta. Desde que un bebé nace busca en sus padres el cariño y la seguridad de una familia para quienes será importante, y cuando esto no pasa, cuando un niño siente que sus padres dan más importancia a su trabajo, a sus obligaciones, a otras cosas, y se sienten en un segundo plano, su autoestima y autoconfianza se ven seriamente mermadas. Lo mismo pasa cuando uno empieza a relacionarse con otras personas, con sus iguales: los otros niños del colegio, los del instituto... a nadie le gusta ser el rarito que no habla con nadie y al que nadie habla, así que buscamos a aquellos que consideramos que más se nos parecen y nos acoplamos a ese grupo, haciendo a veces concesiones para ser admitidos (y alguna que otra tontería de más, a veces).
Pasa el tiempo y lo que buscamos entonces es pareja, y de nuevo hacemos lo posible por gustar a los demás, intentando proyectar una imagen que agrade, cuidando la ropa que nos ponemos, cómo nos peinamos, nuestro modo de actuar, etc., con el fin de poder compartir el amor con otra persona.
Y aquí llega la gran pregunta: ¿Qué buscan los demás en nosotros? ¿Cómo gustarles? ¿Qué buscan en mí?
Pues lo mismo que buscas en ellos
Y la respuesta es muy, pero que muy simple: lo mismo que puedes tú buscar en ellos. Por eso a la hora de autoevaluarte, piensa en aquello que te gustaría encontrar en la persona con la que te gustaría compartir tiempo y amor. A saber:
- Un físico que te guste: y no digo que la persona sea de tal o cuál manera, porque habrá quien busque a un hombre alto y guapo, habrá quien busque a uno con una cresta y un piercing en la nariz, habrá quien busque a alguien con los ojos de tal color, el pelo de tal otro y cosas así, aunque no suele ser algo rígido. Vamos, que todo radica en tener un físico que le guste un poco a la otra persona. Si eres guapo lo tendrás más fácil, porque la primera impresión es muy importante, pero a menos que seas realmente muy feo, la belleza puede quedar en un segundo plano si sobresalen otras características (sobre todo si buscas a una persona que valga la pena y no a alguien superficial).
- Que tenga personalidad: porque a todos nos gusta estar con personas que tengan una cierta seguridad en lo que dicen, y que sean coherentes con lo que hacen. Muchos adultos son el reflejo de lo que fueron de niños, niños obedientes a unos padres autoritarios que les robaron la personalidad y los dejaron incapaces, y al crecer son personas a las que todo les está bien y les da un poco igual hacer una cosa u otra. "¿Qué quieres hacer?". "No sé, lo que tú quieras hacer". "Pero algo te apetecerá hacer, ¿no?". "No, me da igual, lo que tú digas." Y así todo el día, bailando al son de la pareja, que acaba cansándose de tener al lado a una persona carente de iniciativa y ganas de vivir alguna aventura.
- Que valore la sinceridad: porque todos en una pareja valoramos lo mismo: la sinceridad. Que sí, que decir siempre toda la verdad puede ser peligroso porque ya se sabe, nadie somos perfectos y casi preferimos que no nos digan siempre cuáles son nuestras imperfecciones, pero a nivel macro, en lo que a una relación se refiere, y hablo de ser fiel o infiel, todos queremos lo mismo, que nos sean fieles, que no nos engañen, que no nos hagan daño, que sean sinceros.
- Que tenga un gran sentido del humor: creo que no hay nadie en el mundo que no disfrute al lado de alguien que le haga reír. Seguro que todos conocéis a alguien que tiene esa capacidad, esa increíble capacidad de contagiaros la risa, o la alegría. ¿A que parece que emanan luz? Pues la cosa va por ahí: da gusto estar con gente alegre, que sonríe, que te hace reír y que te contagia buen rollo.
- Que tenga algunas habilidades: esto es más secundario, pero como dicen en algunas empresas "para vender un producto necesitamos tener 'valor añadido'". Saber cocinar, por ejemplo, da muchos puntos, porque ya lo dicen, que por el estómago puedes conquistar a tu pareja. Y no porque esté buenísimo lo que prepares, que también, sino por el hecho de hacerle de comer, de prepararle una velada maravillosa, con todos los detalles añadidos, todo pensando en ella.
- Que tenga tema de conversación: y esto es de lo más importante. El físico hemos dicho que es importante porque es lo primero que se ve, pero luego viene lo siguiente: la conversación. El que dos personas que se conocen vuelvan a quedar otro día depende sobre todo de la conversación que tengan en el primer contacto (o en el segundo, cuando tienen la primera cita). Ahí se ve si tienen afinidad, ven si tienen cosas en común y ven si apetece seguir hablando con la otra persona. No es lo mismo quedar con alguien que apenas tiene temas de conversación porque apenas sabe nada de ningún tema que quedar con alguien que tiene una opinión de muchos asuntos y tiene un mínimo de cultura general. Vamos, que es importante ver las noticias para saber qué pasa en el mundo y leer libros de vez en cuando para adquirir un mínimo de cultura que no solo te hará crecer como persona, sino también como posible pareja.
- Que sepa escuchar: y este es probablemente el apartado más importante de todos. Si no sabes por dónde empezar, si no sabes qué quieren de ti, empieza por escuchar a las posibles parejas. Hoy en día nadie escucha demasiado y muchas veces solo se escucha para ver dónde meter con calzo la frase que quieres soltar. Vamos, que te preguntan sobre algo para luego ellos poder darte su opinión, que es lo que querían hacer desde un principio. Y así vamos, con el postureo por delante, tratando de demostrar lo increíbles que somos, como si nos estuviéramos vendiendo a nosotros mismos: mira qué guapo soy, mira qué coche tengo, mira mi bíceps, mira mi ropa de marca, observa mi iPhone, mira lo simpático que soy y mira cuánto sé de lo que te estoy hablando... pero espera un momento que tengo que mirar ese espejo para recolocarme el flequillo y recuérdame lo que me dijiste hace cuatro segundos, que ya no me acuerdo. Escuchar es algo increíble para los demás, y más si en las siguientes citas demuestras que le escuchas "¿Cómo va aquello que me comentaste?", "¿Decidiste ya qué hacer con ese problema que te inquietaba?", "¿Qué te dijo tu compañera de trabajo?"... así estás demostrando lo normal y lógico: que te importa la otra persona.
- Que no sea muy negativa: todos tenemos nuestras manías y nuestros problemas, así que es normal que hablemos de ellos a los demás, pero si nuestra vida se centra en las cosas negativas y nos regodeamos en el sufrimiento podemos acabar por teñir de negro una relación e ir arrastrando a la otra persona a nuestro mundo oscuro y triste. Si estamos en esta situación puede ser aconsejable tratar de solucionar los problemas antes de buscar pareja o buscar a un psicólogo que nos ayude a ser un poco más positivos y optimistas. Nadie quiere a su lado alguien que se queje constantemente.
- Que sepa dar valor a lo que haces: una persona que se ponga contenta cuando le expliques buenas noticias, que te felicite cuando logras algún objetivo y se ponga contenta por ello. Que te diga que se siente orgullosa por lo que haces, que sea atenta en ese sentido... vamos, una persona que te haga sentir único para ella, especial en cierto modo, la escogida.
Pues si esto es lo que te gustaría encontrar en otra persona, esto es lo que a los demás les gustaría ver en ti. Alguien que no se dedique a venderse, ni a agradar, sino que se dedique más a hacer reír, a contentar y a hacer sentir especial a la otra persona. El físico, el dinero, el coche que llevas y todas esas cosas quedan totalmente en segundo plano si consigues que la otra persona esté a gusto contigo, si consigues hacerla feliz.
Pero... los tíos guapos, con dinero y un cochazo son los que más triunfan
Claro, eso llama la atención, y mucho, porque vivimos en una sociedad que da valor a lo material y a lo popular. ¿Cómo sino puedes explicarte que haya chicas atraídas por algunos cantantes de moda, que si no fueran famosos serían uno más del montón? Porque llama la atención el éxito, el dinero, el lograr una vida fácil en ese sentido: fuera problemas económicos de un plumazo, a hacerme famosa de golpe y a vivir la vida a tope con un tío buenorro.
Muchas personas caen en esa trampa... entonces tendrías que preguntarte ¿son esas las personas con las que de verdad quiero estar?