¡Qué bochorno! Estos días no sólo han subido las temperaturas sino que la humedad añade ese bochorno insoportable al ambiente. Sudamos más y en todas partes: axilas, espalda, frente. La frente y la zona T es la parte del rostro que más notamos: esos brillos nos molestan estética y personalmente. ¿Qué hacemos con ellos?
No necesariamente la frente se haya vuelto más grasa, así de repente. Hay que distinguir entre el exceso de sebo que, con más grados en el termómetro, se nota más y el exceso de humedad: simplemente sudor, sin más sebo de lo que ya hay. Lo mismo podemos decir de la nariz, que suele brillar de lo lindo.
Si sigues una buena rutina que controle ese exceso de sebo (fluído matificante, mascarilla purificante, tónico astringente) o simplemente tu piel es normal, puede que en la frente tengas más humedad, simplemente es agua. Si llevas flequillo, puede ser la visera en que se convierte tu cabello.
Aunque si tienes una piel grasa o a tendencia grasa, por supuesto que la zona T en verano brilla más, la presencia de sebo se maximiza. No es sólo humedad: al tacto, nos ilumina la frente una capa pegajosa porque existe ese exceso de sebo. Ahí habrá que tener paciencia durante los meses de calor: matificar pero no dejar de hidratar.
Lo sé, aplicarse una hidratante en verano puede ser molesto pero tu piel necesita esa hidratación para protegerse y mantener su calidad. Puedes cambiar tu tratamiento hidratante de crema a fluído, o de fluído a serum hidratante para así probar una textura más ligera que te convenga más. Pero dejar de aplicar la hidratante en favor de la comodidad no es una buena idea.
Foto | Old Shoe Woman
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